El Ministerio de Sanidad ha presentado este lunes a las comunidades autónomas su ‘Plan de respuesta temprana en un escenario de control de la pandemia por COVID-19’. El objetivo del plan es controlar los rebrotes y evitar tener que volver a decretar el estado de alarma. Recoge una guía con indicaciones epidemiológicas y sistema de evaluación que deben tomar los diferentes Gobiernos regionales ante los brotes que se vayan originando mientras los contagios sigan sin estar controlados.

El plan se discutirá ahora con los diferentes líderes autonómicos, que podrán presentar enmiendas al borrador. Esta mañana, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, se lo ha mostrado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez en la reunión mantenida junto al Comité del Coronavirus, en la que también ha estado Fernando Simón. Está previsto que el plan se aprueba este jueves.

El plan contempla tres situaciones: primero, que las comunidades autónomas mantengan casi todas las competencias, como sucede desde que decayó el estado de alarma. En un estado intermedio, Sanidad prevé coordinar actuaciones conjuntas cuando los brotes se extiendan por dos o más comunidades; y en tercera instancia, la aplicación de un nuevo estado de alarma, que sólo se decretaría si la transmisión vuelve a afectar a todo el país. Desde el Gobierno se insiste en que no se prevé a corto plazo, porque el escenario actual está controlado.

El texto también establece las opciones legales que tienen las comunidades autónomas en caso de tener que tomar medidas drásticas en forma de confinamientos selectivos, como las que ha tenido que tomar Cataluña por el brote de Lleida. Asimismo, también se determinan cómo han de ser los sistemas de vigilancia y de notificación que deben llevar a cabo las comunidades autónomas en la nueva normalidad y la respuesta que se debe dar cuando se detecten y surjan brotes.

Tres escenarios ante los brotes

En el caso de los brotes, se contemplan tres escenarios: si son controlados, las medidas tienen que garantizar la atención sanitaria y hacer acopio de medicamentos y otras reservas de material por si se descontrola situación. Si el brote alcanza un estatus más grave y pasa a ser complejo o hay transmisión comunitaria, se deben readaptar y redistribuir los diferentes hospitales para dar atención a los pacientes con coronavirus. En último lugar, si la transmisión se descontrola, entonces es cuando las comunidades deben adoptar medidas como los confinamientos quirúrgicos y la restricción de la movilidad.

Recursos hospitalarios y personal sanitario

En cuanto a los recursos hospitalarios y personal sanitario, las comunidades deben garantizar una capacidad suficiente de recursos humanos en los servicios de Salud Pública y asegurar el correcto funcionamiento de un sistema de información para la alerta precoz durante todos los días del año. Asimismo, deben estar preparados por si hay aumentar la realización de test diagnósticos y deben disponer de una capacidad entre 1,5 y 2 camas de cuidados críticos por cada 10.000 habitantes y entre 37 y 40 camas para enfermos agudos.

En cuanto a material, las comunidades están obligadas a tener equipos de seguridad necesarios para abastecer ocho semanas de trabajo y 15 días de pruebas. Sanidad, por su parte, deberá acumular el 25% de la necesidad de todo el país. Por último, el plan también hace referencia al control de fronteras que se debe hacer en aeropuertos y pasos fronterizos para vigilar la transmisión. Los controles que se están efectuando seguirán produciéndose e incluirán un cuestionario, toma de temperatura y una revisión visual.

Refuerzo de la coordinación para evitar un descontrol

Lo que pretende Sanidad es que las comunidades, aunque mantengan sus competencias, actúen bajo unas directrices comunes y se refuerce la coordinación entre Gobierno y autonomías y entre las propias autonomías para evitar a toda costa un nuevo estado de alarma. El Gobierno quiere reforzar la coordinación entre los diferentes escalones de la administración para que no se produzcan situaciones como las de marzo.