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Estados Unidos

Se gasta 43 dólares y deja una propina de 1.000 por el trabajo hecho en la pandemia

Un cliente habitual de un restaurante en Nueva Jersey, Estados Unidos, retribuyó el trabajo de los empleados, que se conmovieron hasta las lágrimas, según sus testimonios.

Unas personas comen en la terraza de un restaurante de Nueva Jersey, Estados Unidos.
Seth WenigAP

Un cliente del restaurante The Starving Artist, en Nueva Jersey, Estados Unidos, se convirtió en la fuente de alegría de los trabajadores al dejar una propina de 1.000 dólares (885 euros) tras gastar sólo 43 (38 euros) en el desayuno suyo y de su familia, la semana pasada. El dinero era una forma de agradecer el haber trabajado durante la pandemia del coronavirus, que ha afectado gravemente a ese país.

Según Arnold Teixeira, el dueño del restaurante, el cliente, cuya identidad no quiso revelar, es habitual desde 2001. En su testimonio, Teixeira aseguró que el hombre y su familia comieron su desayuno y salieron del restaurante sin decir ninguna palabra. Antes, sin embargo, había dejado la generosa propina con una breve nota, que en algunos de sus apartes decía:

“Muchas gracias por trabajar en esta difícil época. Estamos muy agradecidos por vuestra deliciosa comida, cálidas sonrisas y gran ambiente… Por favor, sabed que os apreciamos mucho a todos. No sería un buen verano sin The Starving Artist”.

Teixeira describió a CNN cómo fue el momento en el que se dieron cuenta de la propina: “Cuando la camarera que los estaba atendiendo vio la propina, se puso a llorar. Entonces otra trabajadora lo vio y empezó a llorar también. Y después lo vi yo y no pude evitar llorar también. Simplemente fue muy emocional, porque ha sido una época bastante difícil para nosotros”.

Un premio en medio de la crisis

Al final de la nota, el cliente pidió que la propina fuera dividida entre todos los trabajadores del restaurante. El dueño lo hizo, y entregó una parte a cada uno de sus siete empleados (no se incluyó él). No obstante la alegría, Teixeira dijo que, después de tener que cerrar el restaurante en marzo debido a la pandemi, ahora no está seguro de que pueda seguir adelante con el negocio.

Según dijo el dueño, la situación económica en el restaurante, muy popular en la zona de Ocean Grove, está empeorando. De hecho, aseguró que sus ventas están muy por debajo de las suelen hacer en la mitad del verano. “Pero esta propina”, dijo, “nos devolvió la esperanza en la humanidad. Nos hizo sentir muy bien por lo que estamos haciendo. Ahora sabemos que nuestros esfuerzos realmente se han notado”.