CORONAVIRUS

Alerta en Cataluña: 774 nuevos positivos y cifras similares a las del estado de alarma

La Conselleria de Salut de de Generalitat informa del dato más alto desde que se levantara el estado de alarma. El Govern descarta el confinamiento domiciliario.

Alerta en Cataluña: 774 nuevos positivos y cifras similares a las del estado de alarma
Ramón Gabriel EFE

El coronavirus se sigue expandiendo por Cataluña de forma cada vez más rápida. Con la comarca del Segrià como zona más dañada y un confinamiento perimetral que afecta a más de 200.000 personas, hoy la Conselleria de Salut de la Generalitat ha confirmado un fuerte aumento de los casos en las últimas 24 horas: hasta 774 nuevos contagios, lo que supone duplicar las cifras de días anteriores. Además, es el dato más alto desde que se levantara el estado de alarma el pasado 21 junio.

De esos contagios, 280 pertenecen a Lleida (la cifra más alta desde que se inició el confinamiento perimetral), lugar de especial vigilancia para el Ministerio de Sanidad. Desde el inicio de la pandemia, esta zona ha registrado 2.974 casos positivos, con 137 muertesLos 16 focos activos hacen que en toda Cataluña sea obligatorio el uso de la mascarilla, incluso cuando puede haber distancia de seguridad

Descartado el confinamiento domiciliario

Pese a las cifras de los últimos días y la preocupación por los brotes activos, desde la Generalitat descartan tener que recurrir al confinamiento domiciliario en la comarca del Segrià, la zona más afectada. Así lo ha manifestado Ramon Farré, delegado del Govern en Lleida. "La semana que viene continuaremos con el confinamiento perimetral, no está previsto que modifiquemos las actuales situaciones de confinamiento".

Situación crítica en el Hospital de Lleida

De los más de 70 brotes activos en España, el de la comarca del Segrià, en Lleida, es el más preocupante, pues tiene bajo vigilancia a más de 200.000 personas. Los datos de contagios cada vez van a más, por lo que el el Hospital de Arnau de Vilanova abrirá durante este fin de semana una tercera planta destinada únicamenta a pacientes con COVID-19, después de que las dos primeras se han completado tras aumentar los ingresos.

El responsable del coronavirus, del centro, José Luis Morales, ha asegurado en TV3 que "los casos van aumentando progresivamente", lo que les ha llevado a abrir esta tercera planta, incluso antes de lo previsto. "Calculábamos abrirla el lunes o martes, aunque hoy daremos algunas altas, no nos puede coger desprevenidos el aumento de casos". Morales también espera que la vuelta de vacaciones de algunos trabajadores permita una reorganización para "minimizar" la falta de personal que tienen actualmente, pues, asegura, "tenemos que luchar con lo que tenemos".

Más pacientes con transmisión comunitaria

El Hospital, además de abrir esta tercera planta durante el fin de semana, ha aumentado el espacio de pacientes críticos, aunque también están enviando a pacientes sin coronavirus a otros hospitales. "Intentaremos no trasladar a pacientes con COVID-19 para no poner en problemas a otras ciudades", señala Morales, quien confirma una "situación crítica" si la curva no baja en los próximos días, pues "la capacidad la tendremos pronto agotada".

Lo preocupante para Morales es que tipo de paciente ha cambiado respecto al inicio del brote, ya que "hasta ahora teníamos unos perfiles de trabajadores de industrias cárnicas y sector hortofrutícola, pero ahora vemos transmisión comunitaria". Una situación que hace que el 58% de los pacientes del hospital sean ya a causa de la transmisión comunitaria "de gente la calle, que va a bares y de diferentes sectores".

A día de hoy, el Hospital Universitario Arnau de Vilanova tiene a 46 personas ingresadas en planta y a otras seis en UCI. Mientras, en toda la región sanitaria de Lleida los ingresos alcanzan ya los 84.

Sin controles a tiempo real

José Luis Morales ha denunciado que "no se está haciendo controles de rastreo a tiempo real", sino que se aísla a las personas. "El sistema está sobresarutrado, hay casos que sí y otros que no. La ventaja respecto a marzo es que podemos hacer previsiones, pero hay pocas personas para hacer los rastreos y nos pilla el tiempo".

Del mismo modo, no se aventura a decir si sería necesario un confinamiento domiciliario, pues es una decisión que "tiene tantas variables que es difícil". "Tenemos que ver si ha fallado la medida de la autorresponsabilidad, porque los casos son debidos a la resocialización. Salgo a la calle y veo cosas que no me gustan, como a gente con la mascarilla en la barbilla". Por último, no esperaba un brote tan pronto, sino que lo preveía para "septiembre u octubre. La próxima semana será crítica para ver la tendencia".