Variantes G614 y D614: en qué se diferencian las cepas del SARS-CoV-2
Un estudio mostró las características de la nueva mutación del virus, que sería más expansiva pero a su vez menos dañina que en otras versiones.
Poco a poco, van conociéndose más detalles del coronavirus. Uno de los últimos se ha dado a conocer en la revista Cell, y muestra que un grupo de investigadores han descubierto una cepa de la COVID-19. Esta variante ha sido denominada G614 y debe su nombre a la mutación detectada en la proteína S (de spike) del virus, que es la que utiliza el patógeno para infectar a las células.
Según este estudio, esta cepa tiene más capacidad de infectar, aunque eso sí, causa una enfermedad menos grave. La nueva variedad es más infecciosa tras haber cambiado en la glicoproteína S de la superficie del virus. Asimismo, ha ido apartando a la variante anterior, a la que ha ganado terreno hasta convertirse en la predominante.
Se tuvo conocimiento de su existencia en el mes de marzo y David Montefiore, de la Universidad de Duke, aseguró tras estudiarla que "los resultados demostraron que la forma G es entre tres y nueve veces más infecciosa que la D. Sin embargo, pese a ser más expansiva, es menos efectiva".
Cepa D614
En los primeros brotes, se determinó que la proteína que el virus tenía en sus puntas, y que era la que utilizaba para infectar a las células de los organismos, era la denominada D614. Se trataba de una versión cuyo potencial infeccioso era mayor que la descubierta recientemente, y muy peligrosa para la salud.
Ahora, una de las dudas radica en que si existirá una vacuna para la nueva variante encontrada. Las primeras investigaciones estaban relacionadas con la cepa D614, pero los científicos también deberán dirigir ahora sus ensayos y esfuerzos hacia esta nueva versión encontrada del coronavirus.