Las autoridades sanitarias han advertido en decenas de ocasiones la importancia de guardar la distancia de seguridad y seguir las medidas de higiene y prevención para no facilitar la propagación y transmisión del coronavirus. Sin embargo, desde el inicio de la desescalada, y aún más en la nueva normalidad, se han visto imágenes de aglomeraciones de gente que no ayudan a evitar en la medida de lo posible el aumento de contagios.

El último caso se ha dado en Las Palmas de Gran Canaria, donde decenas de jóvenes se han congregado en varias calles de la capital en torno a un botellón. Para más inri, los adolescentes ni llevaban mascarilla ni guardan la distancia de seguridad recomendada de 1,5 metros. La fiesta juvenil provocó la indignación de los vecinos de la zona, que grabaron las imágenes y mostraron su descontento con la presunta falta de control por parte de los agentes de la Policía. 

Para evitar estas aglomeraciones, los diferentes cabildos de Canarias han suspendido las fiestas patronales durante el verano por el alto riesgo de contagio que tienen estas celebraciones, pero con todo no se han evitado que estas fiestas se produzcan entre los jóvenes.

Sólo un brote en Canarias

Hasta el momento, en Canarias solo se ha detectado un brote, en torno a una embarcación de inmigrantes en la isla de Fuerteventura, que dejó 34 personas infectadas. Desde que se inició la nueva normalidad, en las islas no se ha originado ningún rebrote más, aunque está por ver cómo afecta este botellón realizado por decenas de jóvenes en Gran Canaria.

Aunque en El Hierro se dio el primer caso de coronavirus en España, Canarias es una de las comunidades autónomas que menos ha sufrido el virus en lo que va de pandemia. En total, y según la última actualización del Ministerio de Sanidad, el archipiélago acumula 2.436 casos, uno de los territorios con menos infecciones. En los últimos siete días únicamente se han diagnosticado 11 positivos.