Explotan los casos en Florida y Texas y cierran los bares
Los dos Estados estadounidenses han frenado la desescalada tras superar en los últimos días sus peores cifras de contagiados.
Bares clausurados. Esa es la medida que han tenido que tomar los gobernadores de Florida y Texas para frenar la propagación del coronavirus en sus Estados, que está alcanzando niveles récord desde que comenzó la pandemia en Estados Unidos, sin duda el país más golpeado del mundo.
Ron DeSantis, gobernador de Florida, decidió el cierre de estos locales tras informar el Departamento de Salud que los positivos se habían incrementado en 8.942 casos, superando el anterior récord de 5.508, establecido tan sólo días antes.
Por ello, Halsey Beshears, Secretario del Departamento de Regulación Comercial y Profesional de Florida, anunció la medida adoptada por los mandatarios de Florida. En total, el llamado "Estado del Sol" ha registrado 123.000 casos (más de 32.000 han sido confirmados en la últma semana).
Texas
Por su parte, Gregg Abbot, gobernador de Texas, tomó la misma decisión después de que los casos continuaran aumentando a gran escala en su territorio: "Como dije desde el principio, si la tasa de positivos aumentara por encima del 10%, el Estado de Texas tomaría más medidas para mitigar la propagación de COVID-19", afirmó en un comunicado.
Y también quiso añadir una de las razones de este aumento de casos: "En este momento, está claro que el incremento se debe en gran medida a ciertos tipos de actividades, incluidos los texanos que se congregan en bares".
La decisión adoptada es que todos los establecimientos que obtengan más del 51% de sus ingresos procedentes del alcohol deberán cerrar sus puertas al mediodía. Aunque sí tendrán permitida su apertura para la venta de comida y la entrega a domicilio. En cuanto a los restaurantes, permanecerán abiertos, pero a partir del lunes tendrán que hacerlo por debajo de la mitad de su aforo.
Las palabras de Fauci
El Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, declaró en el Congreso que los jóvenes de 20, 30 o 40 años estaban infectándose cada vez más debido a su "impulso" de salir tras varias semanas de cuarentena.