El coronavrius sigue golpeando con virulencia a todo el continente americano. En Estados Unidos se ha vivido este jueves el peor día de contagios desde que la pandemia entró en el país con 39.327 casos nuevos, más de mil casos más que 24 horas antes. Esto hace que el país norteamericano lleve dos días superando sus registros.

Los focos más peligrosos se han desplazado ahora al sur y oeste del país, ahogando a estados como Texas, Arizona, Florida, California, Nevada, Carolina del Norte y California. En Texas se ha batido también su propio récord de contagios en un día al sumar 5.996 nuevos casos.

Este estado fue el primero en desconfinar a su población y ahora su gobernador, el republicano Greg Abbott, se ha visto obligado a frenar en seco la desescalada por temor a una segunda ola mucho más virulenta. "Si no se contiene en las dos próximas semanas, estará completamente fuera de control", dijo este jueves.

Estados Unidos suma ya 2,4 millones de contagiados por la COVID-19, pero las autoridades de salud estadounidenses creen que en realidad lo han sufrido ya 20 millones de habitantes, es decir diez veces más de contagios de lo que reflejan las cifras oficiales.

Hasta 29 estados están viviendo un resurgimiento del virus y esto provoca que varios gobernadores estén pisando el freno a la hora de avanzar en las fases de la desescalada. Esto provoca un duro golpe para la economía y el trabajo, con casi un millón y medio de despidos, según el Departamento de Trabajo.

Brasil tampoco frena el virus

El mismo drama se vive en Brasil, que no consigue poner freno al coronavirus. En las ultimas horas ha sumado 39.483 y 1.141 muertes, según datos del Ministerio de Salud. Esto hace que el país presidido por Jair Bolsonaro tenga que soportar cifran demoledoras: 54.971 muertes y 1,22 millones de contagios.