La batalla contra la pandemia no se puede dar por finalizada, puesto que en algunos países ha disminuido, pero en otros ha crecido. Por ello, Ranieri Guerra, director adjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha advertido en una entrevista a la RAI que sus efectos pueden prolongarse durante los próximos meses.

"El coronavirus se comporta siguiendo la hipótesis que habíamos planteado. La comparación es con la española, que se comportó exactamente como la COVID-19: descendió en verano y retornó ferozmente en septiembre y octubre, causando 50 millones de muertos durante la segunda ola", señaló Guerra.

Respuesta a los expertos

Con esta declaración, Guerra ha querido responder a un documento firmado recientemente por un grupo de expertos que dieron por finalizada la emergencia sanitaria. En el informe, afirmaban que el virus había perdido su fuerza de contagio: "Evidencias clínicas no equívocas desde hace tiempo señalan una marcada reducción de los casos de Covid-19 con sintomatología".

Pero desde la OMS no comparten esa opinión: "Al desaparecer el virus de la clínica, parece que todo se haya acabado, haber terminado, pero no es así. No profundizo en las clasificaciones y definiciones artificiales que pueden hacer distinguidos colegas de varias disciplinas. Miro los hechos y estos dicen que el genoma del virus sigue siendo el mismo y los hechos dicen que la tendencia de una epidemia como esta es ampliamente pronosticada y previsible. Hay un descenso que coincide con el verano", subrayó Guerra.

Sigue el patrón previsto

Los datos facilitados por la gran mayoría de países hablan de un descenso de los pacientes en las unidades de cuidados intensivos. Este comportamiento sigue el patrón marcado por la OMS: "Es cierto que las UCI se han vaciado, pero lo han hecho como esperábamos que sucediera y no queremos que se llenen nuevamente en otoño. Todas las precauciones que estamos adoptando tienen el objetivo de limitar la circulación de virus cuando retorne la nueva ola".