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Codo, muñeca, cuello y otros errores frecuentes al guardar la mascarilla

Para que este elemento de protección no pierda su eficacia y evitar riesgos innecesarios conviene que sea guardado de la manera más higiénica posible cuando no es utilizado.

Codo, muñeca, cuello y otros errores frecuentes al guardar la mascarilla
Cristobal DuenasGTRES

El empleo de las mascarillas ya está plenamente establecido a causa de la pandemia del coronavirus. Su uso obligatorio en espacios donde no es posible mantener la distancia de seguridad ha habituado a los ciudadanos a llevar este elemento de protección siempre encima. Además, no utilizarla cuando es necesario puede acarrear una multa de 100 euros.

No obstante, las mascarillas faciales pueden resultar molestas en ocasiones y ello puede provocar que aparezca la tentación de quitársela a menudo. En este sentido, se ha vuelto frecuente ver a personas luciendo este objeto colgado del codo, de la muñeca o sujeta en la barbilla o el cuello. Los expertos señalan que, además de poder ser gesto imprudente, resulta por lo general poco higiénico.

Llevar la mascarilla de alguna de las maneras mencionadas puede provocar que se contaminen otras partes del cuerpo y que entre en contacto con otras personas que podamos tener cerca en un momento determinado, así como con elementos o superficies que puedan encontrarse en la vía pública o en el establecimiento en el que estemos.

Se debe guardar cuando no se utilice

La recomendación es que la mascarilla sea guardada cuando no se lleve correctamente puesta sobre el rostro para evitar posibles riesgos. Además, conviene hacerlo de la manera más higiénica posible, evitando introducirla directamente en algún tipo de bolso o, por ejemplo, dejándola encima de una mesa.

Para que la mascarilla no sufra posibles contaminaciones y sigo siendo eficaz se aconseja especialmente introducirla en un sobre de papel antes de proceder a depositarla encima de una superficie o en el bolsillo. También puede emplearse para este fin un pañuelo desechable que la cubra, así como una bolsa o un saquito de papel. En casa de emplear elementos de tela para esta tarea es fundamental que éste haya sido previamente lavado a unos 60 grados, operación que igualmente habrá que repetir después de su uso.