Temporeros en Lleida: Keita paga hoteles y freno con la burocracia
La situación de los temporeros ha mejorado pero no está resuelta. Nogay Ndiaye, que gestiona la ayuda de Keita, y el propio consistorio se explican en AS.
"Cuando lo vi se me cayeron dos lágrimas. Ni me acuerdo de la última vez que lloré, pero ese día lloré". En la entrevista a Keita Balde que hoy puede leer en AS, el futbolista confiesa que, cuando conoció la situación de los temporeros en Lleida, le afectó y decidió ayudar. Varios cientos de temporeros subieron a trabajar ante la petición de trabajadores y, en plena pandemia, estaban durmiendo en la calle sin demasiados recursos a su disposición. El del Mónaco decidió no permitir que continuara la situación y se puso manos a la obra.
Hoy, este problema, gracias a su ayuda y las gestiones a pie de campo de Nogay Ndiaye junto al consistorio, ha mejorado pero no está del todo resuelto. Si la primera vez, Nogay lamentaba en este periódico los problemas que ciertos hosteleros le ponían para alojar a los temporeros, ahora, le preocupa la lentitud de ciertos trámites burocráticos para avanzar y adecuar locales para que los trabajadores y trabajadoras vivan allí. "El local sale por un alquiler genérico y lo vamos a reformar nosotros. Limpiar, montar camas e incluso tenemos un albañil que nos hará más duchas pero, la burocracia es lenta", reconoce en AS.
Nogay Ndiaye, maestra de secundaria y activista antirracista y la mano derecha de Keita Balde en este asunto, lleva las negociaciones con el ayuntamiento, que no siempre son sencillas. Ella habla de "palos en las ruedas" para avanzar ciertas cosas. Desde el ayuntamiento, Sandra Castro, concejala de educación, cooperación, derechos civiles y feminismos de Lleida, atiende a AS y ofrece la versión de las instituciones, que quieren recalcar su agradecimiento a Keita Balde. "Agradecemos su generosidad. Entendemos el coste de los hoteles durante toda la campaña es muy elevado. Nogay busca alternativas y nosotros, por nuestra parte, la capacidad para alojarlos en ciudad de Lleida", explica en referencia a los pabellones ya habilitados. Sobre los permisos para los locales, la solución que Nogay y Keita buscan como definitiva, asegura que el ayuntamiento acelera los procesos todo lo que puede y deja el balón en el tejado de la Generalitat de Catalunya para que todo avance un poco más. "El problema que se encontró es que son locales que requieren de cierta remodelación porque, quizá, no tienen la cédula de habitabilidad. En el momento en el que te tienes que poner con obras, no va tan rápido. Desde el ayuntamiento podemos habilitar más rápido lo que depende de nosotros. La cédula depende de la Generalitat y son otros tiempos. No depende de nosotros que sea lo más rápido posible", añade.
Como se puede observar, estas negociaciones son complicadas pero llegaron a un buen punto común cuando el lunes Sergine Mamadou mostraba en Instagram como para muchos se acababa la calle. Keita Balde ya tenía a 80 en hoteles y los que no, fueron a otro pabellón habilitado por el ayuntamiento, que también cumplió con su otra parte del trato para que el transporte público parase con asiduidad cerca del otro hotel que aloja a estos temporeros y está más alejado de la ciudad y facilitar que puedan acudir a trabajar. Transporte cuyo precio, eso si, también corre de la cuenta de Keita que ya paga hoteles, comida y mandó ropa de su marca.
Desde el consistorio reconocen algún problema pero niegan que Lleida sea racista. Aseguran que la convivencia es buena. "La imagen de Lleida que se ha proyectado es que es racista y se ha llegado a comparar con EE. UU. No tiene que ver una cosa con la otra. ", se justifican y destacan su papel como mediadores entre ellos y el sector hostelero, que según Castro, tenía "ciertos recelos" por las acusaciones de racismo.
Esta situación de desborde aseguran que ha sido circunstancial de esta temporada aunque, de cara al año que viene, ya trabajan para habilitar mejores espacios y ser capaces de asumir una llegada de este tipo mejorando la respuesta del ayuntamiento, que recalca que no es el único responsable y pide respuesta al resto de instituciones de cara al futuro. Estos meses que quedan por delante, la colaboración de Keita Balde y Nogay Ndiaye con el gobierno local será importante para mejorar la situación de estos trabajadores y trabajadoras.
"Silenci, temporers dormint al carrer"
Este mensaje (Silencio, temporeros durmiendo en la calle) se veía en algunos los balcones de Lleida. Mientras unos ciudadanos no daban facilidades o no se interesaban, otros si han sido solidarios. Los 'vecinos' de estos temporeros colgaban estos carteles para intentar que se respetara su descanso, enlazaban regleta tras regleta para que los trabajadores pudieran cargar sus móviles desde la calle o les facilitaban algo de agua y alimento.
Este lunes por la noche, mientras los temporeros se marchaban al pabellón, Sergine Mamadou les grabó con su móvil y con tono sincero les agradecía lo que habían hecho por ellos. "Hemos ganado una batalla y vamos a seguir luchando", gritaba hacia los balcones de vecinos que les miraban con orgullo y les mandaban mensajes de ánimo. Gente, que cuando otros con más solo ponían problemas, trataron de aportar soluciones con lo que tenían.
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