¿Cómo solucionar los problemas por el uso de las mascarillas?
La 'nueva normalidad' no rebajará la necesidad de un material de protección contra el coronavirus que trae una serie de males asociados a su empleo.
La llamada nueva normalidad en España vendrá acompañada por la obligación de las mascarillas en la población mayor de 6 años en cualquier espacio, ya sea abierto o cerrado, si no se puede mantener la distancia mínima de seguridad de 1,5 metros. Es una medida preventiva para evitar en lo máximo de lo posible futuros contagios por el coronavirus. Su uso continuado, sin embargo, puede traer consigo diferentes problemas dermatológicos en la piel por tres motivos diferentes, según indica el doctor José Manuel Carrascosa, portavoz de la Academia Española de Dermatología y Venereología, en el medio IDEAL.
Características de la piel
La población con acné, dermatitis seborreica o rosácea podría tener algún tipo de problema porque la mascarilla impide la ventilación de la piel e incrementa el calor y la humedad.
Tipo de mascarilla
Se debe usar la mascarilla más cómoda posible, la que mejor se ajuste a nuestro uso. En la mayoría de los casos, la higiénica sería suficiente.
Tiempo de uso
Cuantas más horas, peor. Hay que ajustar su uso al tiempo que sea necesario. “Hay que intentar llevarla cuando haga falta y evitar períodos largos. Si hay que llevarla mucho rato puesta se debe tener un recambio para sustituirla”, explica el doctor a IDEAL.
Más allá de estos problemas, el portavoz de la Academia Española de Dermatología y Venereología indica las puntos de mayor irritación y las mejores maneras para solucinar estos problemas cutáneos.
Zonas de irritación
El puente de la nariz, las mejillas, la zona de las orejas por la goma y las de contacto como la barbilla son las puntos más frágiles para la irritación de la piel. Si las mascarillas se usan socialmente y no profesionalmente, es bastante raro que se produzcan problemas graves y úlceras.
Recomendaciones para evitar los problemas cutáneos
Si no tenemos problemas previos se recomienda una limpieza con un producto no abrasivo como el agua micelar, que hidrata la piel y la restaura sin desengrasar ni irritarla. También se puede aplicar una crema hidratante por las noches o una media hora antes de ponerse la mascarilla.
Si estos problemas existieran, lo mejor sería hacer un tratamiento adecuado y más intenso. Limpiar por la noche y por la mañana con productos suaves es otra de las acciones que se pueden realizar para solucionar el problema.
Si aparecen irritaciones en la piel, lo mejor es modificar la mascarilla que se emplea regularmente por otro modelo y también cremas dermocosméticas que tienen efectos regeneradores de la piel o un tratamiento con rosa mosqueta.