La cuarentena impuesta por el coronavirus ha evidenciado brechas educativas que el Gobierno quiere atajar. Son muchos los estudiantes que han tenido dificultades para seguir adecuadamente las clases cuando se han trasladado a un entorno virtual por su carencia de dispositivos válidos o conexión a internet. En concreto, según el INE, 301.556 hogares, el 6,5% del total.

Por eso el ejecutivo central está trabajando con sus homólogos regionales en un plan para dotar a los centros educativos de la tecnología suficiente para que todos los alumnos puedan estar al día si se repite una situación como la actual. Proporcionarles los recursos que necesitan costaría unos 45 millones de euros según un estudio de la UNED.

Un borrador del Ministerio de Educación y Formación Profesional publicado por Europa Press establece que estos tendrán que poner a disposición del alumnado que carezca de ordenadores, tablets o conexiones, mediante "entrega o préstamo", dispositivos electrónicos. También deberán facilitar el acceso a plataformas digitales "para la comunicación en línea y el trabajo lectivo".

Definir una hoja de ruta en caso de un nuevo confinamiento

El borrador establece que los centros escolares deberán tener listo antes de las vacaciones un plan de contingencia que dicte las medidas a tomar en caso de la población deba volver a confinarse por un rebrote. Entre los aspectos a tener en cuenta el ministerio cita la provisión de material sanitario e higiénico o las distancias de seguridad y aforos que se establecerían en las aulas y zonas comunes. También se les recomienda tener protocolos de entrada y salida del recinto y definir turnos para las clases presenciales.

Adaptar los contenidos e itinerarios

La cuarentena ha generado desfases en los programas de contenidos de cada curso. Ha habido que centrarse en lo más importante y en reforzar temas ya vistos. Sobre todo en segundo de bachillerato, con una carga de trabajo muy alta. En su borrador, el ministerio sugiere que los centros deberán seguir poniendo énfasis en "los saberes y competencias fundamentales" y que será necesario una "programación alternativa" por si tocara volver a impartir clases a distancia. En ese sentido, se formará al personal docente y al alumnado en la utilización de entornos digitales. Para los alumnos con más dificultades habrá un plan de "seguimiento y apoyo". También habrá protocolos determinados para alumnos con dificultades de aprendizaje o emocionales o aquellos que tengan necesidades educativas especiales.