CORONAVIRUS

El Teatro del Barrio: Lavapiés no deja atrás a nadie

La Plataforma La CuBa entrega comida a unas 1.800 personas en el Teatro del Barrio, en Lavapiés, símbolo de la solidaridad de los vecinos.

Gente hace cola en Lavapiés.
Ana Márquez EFE

La crisis provocada por el COVID-19 ha golpeado con gran dureza a las personas con menos recursos. La paralización de la economía durante el confinamiento ha conllevado el final del sustento de diversas familias que ya vivían con dificultades. En el barrio de Lavapiés, en Madrid, muchos de sus residentes han quedado en una situación límite, pero la colaboración ciudadana se ha unido para no dejar a nadie atrás. El Teatro del Barrio es el mayor ejemplo de ello. La Plataforma La CuBa (Lavapiés, cuidando del barrio) se ha convertido en un brote de luz en la gestión del reparto de alimentos con sede actual en el Teatro, que no puede continuar representando sus obras, pero ha mantenido las puertas abiertas para colaborar.

Un proyecto solidario iniciado en el Club Elemental de Fútbol Los Dragones de Lavapiés, cuando su presidente Jorge Bolaños se propuso ayudar a las familias del club. Según explica Jorge a AS, “en Dragones hay aproximadamente 250 familias y la mayoría son del barrio o han vivido en el barrio. Hay muchos casos precarios, con muchos apuros para llegar a fin de mes e hicimos una primera consulta en nuestros equipos donde unas 16 familias respondieron que iban a necesitar ayuda para el alimento.

La cuenta del club estaba casi a cero y nos movilizamos. Primero entraron algunas familias del equipo, haciendo compras por su cuenta, luego se sumó alguna persona del barrio y posteriormente dos restaurantes, uno de ellos entregando 40 kilos de verduras. Así empezamos a tener las primeras reservas en nuestro local, mientras el proyecto iba ganando difusión hasta llegar a Leche Asturiana, que nos concedió 1.700 litros de leche y batidos para niños. También empezamos a recibir donaciones económicas”.

Campo de Fútbol de Los Dragones de Lavapiés.

En pleno crecimiento, “comenzaron a llegar voluntarias para los repartos y las compras y se organizó lo que era un banco muy pequeño al principio, pero se convirtió en enorme a partir de la difusión y la ayuda del grupo Cuidados Madrid Centro. Se creó un grupo fuerte y organizado bajo el nombre de Plataforma LaCuBa y se cambió la sede. Nos dimos cuenta de que era imposible mantener todo en nuestro establecimiento, de poco más de 40 metros cuadrados y con dificultad para mantener las distancias de seguridad y almacenar mucha comida. Entonces empezamos a sondear varios sitios del barrio y el Teatro del Barrio en seguida dijo que sí. Esto ha permitido almacenar mucha más comida, poner dos neveras más y atender a personas en situación de calle en un número mucho mayor”.

La organización ha vivido un crecimiento inimaginable para Jorge cuando situó la primera piedra. "No pensábamos que se iba a crecer tanto. Yo confiaba en que iban a llegar recursos, pero nuestra idea al principio era atender a la gente de Dragones con unos bonos de compra a partir de las primeras donaciones y a algunos urgentes de asociaciones de inmigrantes o de servicios sociales, pero no podíamos pensar en esta difusión. Ante tal crecimiento nos dividimos en áreas: una para alimentación y compra, otra de atención a las personas en situación de calle, también para la organización del local y armar los lotes de comida y para relaciones institucionales, donativos, relaciones con otras tiendas del barrio, el Ayuntamiento...".

Pero la situación sigue siendo dramática. "Provoca un gran estrés emocional darte cuenta de la situación en la que están las personas que vienen. También la de las voluntarias, que a su vez tienen muchas dificultades para comer todos los días y que a pesar de eso están trabajando a un ritmo increíble. Me parece admirable el grado de organización que se ha alcanzado, el compromiso, la dedicación y la respuesta del barrio".

500 familias atendidas

Ahora, el club ha dado un paso al lado, aunque sigue participando activamente, para volver a centrarse en sus necesidades deportivas. Marta Curiel, miembro de la Plataforma LaCuBa, cuenta a AS la situación actual del proyecto. “Lavapiés es un barrio muy humilde. Hay mucho ocio, cultura y turismo, pero cuando todo eso se apaga, las situaciones de vulnerabilidad son muy amplias. Ahora mismo tenemos apuntadas en contacto con nosotras a 1.000 familias, pero de momento sólo podemos atender a 500. Son más o menos 1.500 personas (una media de tres por familia) más otras 300 en situación de calle que, junto a otra asociación solidaria, les damos un poquito de ayuda".

Sobre la respuesta de la gente, Marta explica que "estamos totalmente sorprendidos, abrumados, agradecidos y está siendo una experiencia, tanto montar una estructura tan grande sobre la marcha como que todo el vecindario quiera ayudar. Ahora estamos 120 o 130 voluntarios trabajando. Es muy bonito y difícil a la vez, son situaciones extremadamente complicadas y hay una gran urgencia. Desde que hemos empezado a recibir donaciones en LaCuBa hemos ingresado ya 20.000 euros, es abrumador la solidaridad de los vecinos".

Mirando al futuro, el escenario no es halagüeño. "Nosotros no deberíamos existir, porque deberían hacerse cargo las instituciones, pero no dan abasto. Tuvimos el pico de atención al principio del confinamiento, cuando comenzaron los ERTE pero no se habían ingresado. Pero de momento me temo que vamos a tener que buscar nuevas opciones para seguir ayudando, la precariedad existía antes y va a ir a más después de la crisis sanitaria". Pero lo que está claro para Marta, que no se toma un respiro en el Teatro de la Cultura, es que "el objetivo es no dejar a nadie atrás, ni nosotros ni el barrio lo va a hacer”.