El plan de desescalada presentado por el Gobierno recoge la apertura de cines en la fase 2, cuya fecha prevista es el 25 de mayo, como pronto. La butaca preasignada y a 1/3 de su capacidad son las dos condiciones esenciales que deberán cumplir estas salas para su vuelta a la actividad. Así, mientras el sector de la exhibición trabaja en un protocolo de seguridad, el autocine se presenta como uno de los mejores modos de ver películas durante la desescalada. Su principal ventaja competitiva, el distanciamiento físico asegurado.

"Tan pronto como Madrid entre en la primera fase, estamos preparados para abrir y ofrecer a nuestros clientes una alternativa de ocio totalmente segura al ser un espacio al aire libre con más de 27.000 m2 y en el que los usuarios no tienen que tener contacto porque ven las películas desde su coche", explica Noemí Sánchez, directora general de Autocine Madrid RACE, en Madrid Secreto. 

El de Madrid es uno de los pocos autocines que existen en España, donde también encontramos el AutoCine El Sur (Mutxamiel, Alicante), el Drive-In (Denia, Alicante), el Star (Valencia), y los de Gijón y Getxo.

Como indica Sánchez, todo apunta a que estos cines al aire libre, a los que cada uno acude en su coche, podrán abrir antes que las salas tradicionales y, además, durante el resto de la desescalada seguirán siendo uno de los modos más seguros de ver una película. 

Ventajas del autocine con respecto a las salas tradicionales

Algunas de las características que convierten al autocine en una de las mejores formas de ir a ver una película son las siguientes:

• Podrán abrir antes que las salas tradicionales.
• Cumplen fácilmente las normas de distanciamiento (cada persona va en su coche, con un posible máximo de tres personas).
• Aseguran no tener contacto con trabajadores ni otros asistentes.
• El cliente recibe la comida pedida en el coche, manteniendo la distancia con el empleado.

Los autocines alemanes se han mantenido abiertos

Aunque no se puede afirmar que el autocine pueda salvar el complicado año de la industria cinematográfica por la crisis del coronavirus, lo cierto es que puede protagonizar una gran aportación.

Buena prueba de ello es que en Alemania los autocines no han cerrado a pesar de las medidas del confinamiento-y de que las salas tradicionales sí lo hicieron-. Uno de ellos, el Autokino Essen ha vendido todas sus entradas desde marzo, y eso que no cuenta con películas de estreno, pues la industria del cine los ha paralizado. En abril, para Manta Manta, una comedia alemana de 1991, se vendieron los 500 tickets disponibles. 

Por otro lado, en Irán, la ciudadanía ha visto por primera vez después de la revolución islámica, una película en autocine estrenada en el recinto de la torre Milad en Teherán, al que han acudido alrededor de 160 coches.

Para algo similar se prepara Autocine Madrid RACE, que ya ha confirmado a través de su cuenta oficial de Twitter que las entradas para la sesión de Grease, que programará en su reapertura, están a punto de agotarse. "Los autocines son una alternativa de ocio totalmente segura. Es como si se hubieran creado para convivir con el COVID-19", asegura Tamara Istambul, cofundadora del autocine madrileño.