Las diferencias entre Gobierno central y comunidades autónomas y el deseo manifestando por algunas como Cataluña o País Vasco de ir por libre no provocará "una carrera por la desescalada" en España. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, aseguró en su comparecencia de este miércoles que el plan anunciado por Pedro Sánchez el martes coincide "en un 80%" con las propuestas presentadas por los ejecutivos regionales y que la unidad en esta nueva fase es irrenunciable: "Entramos juntos y saldremos juntos de esta crisis". 

"El coronavirus no conoce de lindes territoriales ni de provincias. La única forma de derrotarlo es con unidad. El Gobierno no va a entrar en ningún tipo de reproche con otras administraciones", añadió el catalán. 

Illa refrendó algunas de las características de esa hoja de ruta, como que "la unidad de medida será la provincia o isla" (aunque mostró predisposición a escuchar "otras propuestas" en ese aspecto) y que el lapso mínimo de transición entre las cuatro fases contempladas será de 14 días, "el periodo de incubación de la enfermedad". 

Por otro lado, anunció futuras órdenes ministeriales para detallar algunos aspectos. Una establecerá "los indicadores y procedimientos a seguir para ir decretando las diferentes etapas para cada territorio". Otra, que se dará a conocer en principio mañana, fijará "las condiciones para que el 2 de mayo los ciudadanos puedan salir a pasear y a hacer actividad física". La tercera estará destinada "a poner en marcha las condiciones previstas en la Fase 0", la actual. Y una última abordará los territorios que pueden pasar a la Fase I ya (en principio las islas canarias de El Hierro y La Gomera) y en qué circunstancias lo harán. 

Junto a Illa dio cuenta de las novedades el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska. Este anunció la adecuación del despliegue de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado a los cambios que se irán produciendo en la movilidad de los ciudadanos y el suministro de los servicios públicos. Grande-Marlaska garantizó "el abastecimiento de equipos de protección a los agentes", que según el ministro han recibido ya "7,5 millones de mascarillas". 

"Estamos a punto de iniciar una nueva etapa, compleja, muy difícil, que nos va a exigir a todos lo mejor de nosotros mismos, pero tenemos razones para la esperanza", afirmó el mandatario antes de matizar que las cerca de 800.000 denuncias que han realizado hasta ahora los distintos cuerpos policiales no significan que haya 800.000 infractores diferentes, sino que hay muchos reincidentes. "Toda la sociedad en su inmensa mayoría está siendo solidaria", apostilló.