“Será progresiva y muy cautelosa”. Así la describió este domingo Pedro Sánchez cuando en su comparecencia se refirió a la desescalada que empezará España una vez pase el periodo de confinamiento, que como mínimo, durará hasta el 26 de abril.

Aunque en las últimas ruedas de prensa todos los miembros de Gobierno recalcan que no ha cambiado nada, que la obligación de quedarse en casa sigue vigente, lo cierto es que desde el Ejecutivo ya se prepara esta fase de desconfinamiento para cuando los datos y la situación de la pandemia de coronavirus en nuestro país permitan avanzar en ella. Es lo que todos los expertos llaman desescalada.

La desescalada, tal y como la definió la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, es “la forma en que progresivamente los ciudadanos podrán ir recuperando de forma normal las calles de manera muy ordenada, para que no haya picos ni vuelta a los contagios”. Es decir, cuando de forma paulatina, el Gobierno irá permitiendo a la ciudadanía realizar movimientos que ahora están restringidos.

Por ejemplo, permiso para hacer deporte o salir con los niños, como han hecho otros países incluso durante el inicio del confinamiento. Vuelta a los colegios, regreso al trabajo de todos aquellos que lo están haciendo desde casa, reapertura de tiendas y establecimientos de hostelería o permiso para abrir instalaciones deportivas. En definitiva, se determinarán varios niveles y poco a poco, de forma progresiva, se irán levantando las restricciones, siempre con la máxima cautela y controlando al máximo la evolución de la pandemia para evitar recaídas y rebrotes de contagios.

Propuesta de expertos

La forma en la que se hará esta desescalada no está clara. No hay experiencia previa en esto. Tan solo el caso de China, que tras 76 días de confinamiento, ha regresado poco a poco a la normalidad. Primero los trabajadores se fueron incorporando al trabajo de forma muy controlada, después se reabrieron tiendas, restaurantes y lugares de ocio con limitaciones de aforo y en algunas ciudades se reabrieron los colegios y volvieron las clases. Italia también está barajando medidas a implantar cuando pase el confinamiento.

“Nadie en el mundo tiene las soluciones ni los criterios claros. Todo este proceso de desescalada es muy complejo. Nos estamos enfrentando a algo en lo que nadie tiene experiencia, entonces no hay respuestas claras”, avisó la doctora María José Sierra, directora adjunta del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias y Sanitaria y encargada estos días de analizar los datos de la pandemia en el Comité Técnico de Gestión del Coronavirus.

Por tanto, la salida gradual del confinamiento no está detallada, pero los expertos e investigadores sí han marcado algunas pautas a seguir. Por ejemplo, los epidemiólogos Oriol Mitjà y Joel López, asesores de la Generalitat proponen en un documento que la desescalada (o desconfinamiento) se realice en tres fases: primero se reabrirían los negocios que no son servicios básicos. Posteriormente, se procedería a la reapertura de restaurantes y centros educativos y se levantaría la recomendación de no salir de casa a los menores de 70 años y por último, se volverían a permitir los eventos de más de 50 personas y los mayores de 70 años podrían salir de casa.

Mínimo hasta el 26 de abril

Los plazos para realizar esta desescalada ni están pautados ni se espera que lo estén en los próximos días. Lo único confirmado es que la fase de confinamiento sigue hasta el 26 de abril. Será la evolución de la pandemia la que marque en todo momento las medidas que se toman, las restricciones que se levantan y las concesiones que se permiten.

El estado de alarma, previsiblemente, continuará más allá del 26 de abril, como anunció Pedro Sánchez en el Congreso el pasado jueves. Lo que queda por ver es si nuestro país sigue en la misma fase después de esa fecha o se empieza con la tan esperada desescalada.