El Congreso aprueba la prórroga y Pedro Sánchez dice: "En 15 días tendré que pedir otra"
El presidente sacó adelante la nueva prórroga con menos apoyos que en el pleno anterior y anunció que lo más probable es que "en 15 días tenga que pedir otra". Vox y la CUP votaron en contra.
El Gobierno consiguió este jueves la autorización del Congreso de los Diputados para prorrogar por segunda vez el estado de alarma, ahora hasta el 26 de abril. Lo hizo con menos apoyos (270 síes por los 322 de la anterior votación) y entre críticas más duras por parte de la oposición, en la tendencia al alza de la crispación política que se vive en las últimas semanas. Dieron su respaldo explícito al decreto PSOE, PP, Unidas Podemos, Ciudadanos, PNV, Más País, Compromís y otros partidos del Grupo Mixto. Se abstuvieron ERC y JuntsxCat y votaron en contra Vox y la CUP.
El presidente Pedro Sánchez abrió un pleno que se prolongó más de once horas y en el que finalmente no comparecieron los 45 diputados del grupo popular que el PP dijo que acudirían ni los 52 anunciados por los ultraderechistas de Vox. Sánchez explicó los motivos que han llevado a su ejecutivo a pedir esta nueva prórroga y aseguró que lo más probable es que "dentro de 15 días" tenga que solicitar otra, lo que prolongaría el confinamiento hasta la segunda semana de mayo. La salida del túnel, dijo, será "progresiva", "escalonada" y "dura". "Volvemos a solicitar apoyo para esta medida esencial para proteger la vida y la salud de los ciudadanos. Está funcionando. Tras una lucha agónica, el incendio comienza a estar bajo control. Nos encontramos cerca del inicio del descenso. Comenzamos la segunda etapa, doblegar la curva. Los contagios son del 4% ahora, antes era más del 20%. Somos conscientes del sacrificio de una segunda prórroga, pero sabemos que es imprescindible consolidar lo conseguido. La prioridad es no bajar la guardia. Empezamos a ver el final de este largo camino. Tenemos que hacer este nuevo esfuerzo para salir de este túnel", explicó.
Sánchez no anunció nuevas restricciones esta vez. Sí dijo que por ahora "se mantiene la suspensión de las actividades paralizadas el 14 de marzo". También que "cada avance contra la epidemia conllevará levantamiento de restricciones" y que "todos los pasos serán escalonados y muy cautelosos, con medidas de higiene personal y colectiva y seguimiento de los contagios", ya que "un desliz puede llevar a una recaída". En materia económica, aseguró que el Consejo de Ministros pondrá en marcha en su próxima reunión "la segunda línea de de financiación del ICO, de 20.000 millones de euros". "La pandemia exige contundencia. Necesitamos una solidaridad sin fisuras en Europa. Es lo que exijo a la UE. Es ahora o nunca. Lo que se ha hecho no es suficiente, necesitamos ser exigentes. Esta crisis no tiene culpables. Se deben movilizar los recursos. Ni la austeridad ni los recortes son el camino", anunció en referencia a la hasta ahora tímida respuesta de la UE a la pandemia.
"España fue el primer país en tomar medidas de confinamiento en Occidente, con 120 víctimas. Es el país que mayor número de pruebas por habitante realiza. El país que más lejos ha ido en las medidas de confinamiento. El único que contabiliza todos los contagios.Toda Europa llegó tarde, pero España actuó antes. Les pido unidad y lealtad", sacó pecho el jefe del ejecutivo. Por último, reiteró "de manera solemne" y "de corazón" su petición de unos nuevos Pactos de La Moncloa para hacer frente al día después del virus, cuyas reuniones comenzarían la próxima semana.
A continuación tomó la palabra Pablo Casado, presidente del PP. Ofreció su apoyo, pese a afirmar que la autoridad moral del Gobierno para pedir unidad y lealtad "es nula". El líder del partido mayoritario de la oposición reiteró su petición de "un luto nacional" y garantías en "material de protección y los test masivos". "No seré yo quien le exija responsabilidades en mitad de la tormenta. No somos como ustedes", aseguró antes de preguntar al presidente "¿de verdad mantiene que ha hecho todo bien? ¿No va a pedir perdón a nadie?".
Santiago Abascal, líder de Vox, responsabilizó al Gobierno de "la tragedia sanitaria, económica y laboral", así como de "la mayor tasa de mortalidad del mundo por coronavirus". Protestó porque el ejecutivo no haya "detenido" al presidente de la Generalitat, Quim Torra, pese a que esa es una competencia de la que carece. "Paguen las nóminas y váyanse", concluyó.
Pablo Echenique, de Unidas Podemos, atacó al PP y al partido de ultraderecha por su actitud: "Utilizar la mentira y el odio no es defender una posición política, es miserable. Déjennos trabajar. A diferencia de lo que hace la oposición en países de nuestro entorno, vemos al señor Casado lanzando ataques cada día desde el cuartel general del capitán A posteriori", clamó. "Sobre el estado de alarma, es evidente que las medidas están funcionando, hay datos esperanzadores sobre la evolución. Es evidente que vamos a apoyar la prórroga. Es imperativo que el Gobierno siga atendiendo a las recomendaciones de los expertos", justificó su apoyo.
La misma línea siguió Gabriel Rufián. El portavoz de ERC, que anunció su abstención, achacó a la derecha y la ultraderecha utilizar "la Constitución como vacuna y la bandera como alimento". Explicó la posición de su partido desde unas medidas que consideran "insuficientes y recentralizadoras". "Frente al mayor desafío desde 1945 no hay un Roosevelt, un Mandela. Hay un Trump, un Orban, un Abascal", lamentó. "Menos pactos de La Moncloa, y más pactos integrales por la vida". Edmundo Bal, de Ciudadanos, también confirmó el apoyo del partido naranja pese a que criticó la presencia física de los diputados en el Congreso y tendió una mano "leal, pero exigente" al ejecutivo en su gestión de la crisis.