La pandemia del coronavirus continúa expandiéndose por Estados Unidos de manera preocupante. El país de las barras y estrellas suma ya 216.000 contagiados y más de 5.100 fallecidos y lidera el ranking mundial de la enfermedad. Sólo el estado de Nueva York, el mayor foco del COVID-19 de la nación norteamericana, acumula más de 83.000 infectados y 1.941 muertes y su gobernador, Andrew Cuomo, espera que siga elevándose el número de contagios al menos hasta finales de abril, cuando confían en que llegue el pico de la curva. No obstante, no creen que disminuya significativamente el número de decesos hasta agosto. En total, el Gobierno estadounidense estima que el COVID-19 podría matar a entre 100.000 y 240.000 personas en todo el país hasta que la enfermedad esté definitivamente controlada.

Como en casi todos los lugares del planeta, falta material para afrontar la crisis. Las reservas federales de equipamiento médico están prácticamente agotadas y el presidente estadounidense, Donald Trump, ha hecho un llamamiento a los estados para que negocien directamente con los fabricantes para conseguir más guantes, mascarillas, batas, respiradores y, en definitiva, todo lo necesario para el trabajo en los hospitales.

Cifras récord de paro

Además, preocupa la posible crisis alimentaria que puede producirse por la alta demanda y la pérdida masiva de empleos, algo que puede aumentar alarmantemente los índices de pobreza del país. Y es que las cifras del paro están alcanzando récords. Las solicitudes de subsidio llegaron a los 6,64 millones la semana pasada, más del doble que las registradas la anterior con 3,28 millones, y en total el número de parados suma casi diez millones en dos semanas. Además, según el grupo de banca de inversión Goldman Sachs, se espera un hundimiento de la riqueza del 34% en el segundo trimestre del año.

Mientras, la venta de armas está logrando guarismos que no se habían visto en al menos dos décadas. Como referencia para los movimientos de esta industria se utilizan los registros del FBI, que en marzo realizó más de 3,7 millones de comprobaciones de antecedentes penales de potenciales compradores, una cifra que supone un 41% más que en el pasado mes de febrero. El estado que lidera esta lista es Illinois, con más de medio millón. "La venta de armas aumenta en momentos de incertidumbre porque los estadounidenses saben que son ellos los responsables últimos de su seguridad", aseguró a Amy Hunter, portavoz de la Asociación Nacional del Rifle, a la cadena de televisión CNN, en declaraciones que recoge Europa Press.