Un buque de 70.000 toneladas acude al rescate de Nueva York
El USNS Comfort es el sexto buque más grande del mundo, cuenta con 1.000 camas y 12 quirófanos. Ya acudió a la Gran Manzana durante las labores de rescate del 11-S.
Si en Europa se consideró que Milán fue el epicentro de la pandemia de coronavirus, seguida por Madrid, en Estados Unidos ese lugar está claro: Nueva York. Sobre todo, lo conocido como New York City, el espacio que comprende la isla de Manhattan y los otros cuatro boroughs o distritos (Bronx, Staten Island, Brooklyn y Queens). Una extensión de 1.200 kilómetros cuadrados en la que conviven cerca de 8,5 millones de personas. En especial, Manhattan se lleva la peor parte, con 1,7 millones de habitantes en apenas 87 kilómetros cuadrados. El resultado es claro: más de 60.000 infectados en la ciudad, que acumula prácticamente la mitad de los casos totales de los Estados Unidos.
El alcalde demócrata, Bill de Blasio, ya ha avisado de que la capacidad sanitaria de Nueva York está al límite, le da una semana para colapsar, de ahí que se hayan tomado determinaciones como construir un hospital de campaña en pleno Central Park o trasladar junto a la costa de Manhattan el sexto buque más grande del mundo, el USNS Comfort, un navío médico blanco con enormes cruces rojas y que Donald Trump, presidente de Estados Unidos, ha calificado como "un mensaje de esperanza y solidaridad de 70.000 toneladas para la increíble gente de Nueva York".
El barco, con 272 metros de eslora, cuenta con 1.000 camas y hasta 12 quirófanos para intentar desahogar el sistema hospitalario de Nueva York, además de una morgue para almacenar los cuerpos de aquellos que no logren superar la enfermedad. De Blasio ha agradecido la ayuda de la Marina: "Necesitábamos este impulso, necesitábamos esta esperanza creada por nuestros hermanos y hermanas de la Marina".
Con una tripulación de 1.200 personas, el USNS Comfort ya sabe lo que es ayudar a Nueva York en un momento de necesidad: fue utilizado como base sobre el agua durante las tareas de rescate tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.