Mientras continúa la búsqueda de una vacuna contra el coronavirus, algunos países han decidido probar la efectividad de medicamentos ya existentes para tratar la enfermedad. Es el caso del Interferón Alfa 2B, un fármaco especialmente desarrollado en Cuba que podría resultar de gran ayuda en las fases iniciales del contagio combinado con otras medicinas.

El Interferón Alfa 2B ha sido utilizado en China desde febrero y parece haber producido buenos resultados en el sistema inmunológico de los pacientes. Este fármaco se suele utilizar para el tratamiento de enfermedades virales como la hepatitis B y C, SIDA, herpes zoster y algunos carcinomas y, según la prensa cubana, más de 45 países han solicitado su compra para tratar de paliar los daños del COVID-19 con la expansión de la pandemia.

Fortalece el sistema inmunológico

En concreto, se atribuye al Interferón Alfa 2B la capacidad de ayudar al organismo humano infectado supliendo la disminución en la producción natural de interferón que causa el virus, logrando un fortalecimiento de los sistemas inmunológicos de los pacientes. Se trata de un producto terapéutico, no de una vacuna, y es uno de los medicamentos que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce para el tratamiento de personas ya contagiadas, aunque su verdadero impacto aún se está evaluando.

El Interferón Alfa 2B es empleado en forma de nebulización, un procedimiento médico que consiste en la administración de un fármaco o elemento terapéutico mediante vaporización a través de la vía respiratoria, porque, según palabras de expertos del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de La Habana, “es una vía rápida que llegue a los pulmones y pueda actuar en las etapas tempranas de la infección”.