El coronavirus sigue expandiéndose por España y por todo el mundo, ya suma más de 24.000 infectados en nuestro país y supera los 300.000 a lo largo y ancho del mundo. A la espera de una vacuna, en proceso de fabricación, que acabe con el aumento de las muertes y los contagios, es importante evitar nuevos contagios para no saturar los ya de por sí ocupadísimos hospitales.

Para ello, las mascarillas juegan un papel fundamental. En los últimos días es complicado hacerse con ellas en las diferentes farmacias a las que uno pueda acercarse. Sin embargo, se trata más bien de un elemento de protección destinado a los infectados y no a aquellas personas sanas.

¿Cómo usar una mascarilla?

Como indica el Ministerio de Sanidad y refrenda la Organización Mundial de la Salud, la población sana no debe hacer uso de mascarillas salvo en el caso de atender a personas que potencialmente pudieran tener coronavirus. Ejemplo de ello serían el personal sanitario y gente que asiste a personas mayores. Por tanto, las mascarillas ayudan a evitar la transmisión más que a impedir el contagio de alguien sano. Además, recalcan que únicamente es eficaz si se combinan con una correcta higiene personal, lavando las manos con una solución hidroalcohólica o con agua y jabón.

¿Cómo ponerse y quitarse una mascarilla?

El primer paso, y quizá el más importante, es el de lavarse bien las manos antes de iniciar el proceso. Para ello usaremos un desinfectante a base de alcohol o simplemente agua con jabón. De nada sirve colocarse una mascarilla si antes nos tocamos la cara con una mano que pueda contener el virus.

Tras ello, procederemos a tapar la boca y la nariz con la mascarilla, asegurándonos de tapar todo bien sin dejar espacios entra la cara y la mascarilla. Mientras la tenemos puesta, hay que intentar evitar tocarla con las manos. En ese caso, tendríamos que lavarnos las manos como ya se ha señalado previamente, con agua y jabón o desinfectante.

Por último, nos cambiaremos de mascarilla cuando esta esté húmeda, además, es recomendable no reutilizar las mascarillas de un único uso. Para ello, la quitaremos desde la parte de atrás, sin tocar en ningún momento la parte delantera. Una vez quitada, hay que tirarla en un recipiente cerrado y lavarse las manos correctamente.