Doom Scrolling, la atracción sin parar por las actualizaciones
Tener a mano nuestro teléfono, lleno de notificaciones, alertas, enlaces, imágenes, actualizaciones... no es bueno cuando afecta tanto a las emociones como está ocurriendo con la pandemia.
La pandemia puede que esté dejando más consecuencias, y secuelas, de las que pensábamos. Y, entre ellas, está la atracción que las noticias, especialmente las malas, nos producen. Como todo, tiene una definición y nombre exacto, Doom Scrolling.
Pero, ¿qué ocurre? ¿Por qué no podemos despegar nuestros ojos de la pantalla? ¿Qué nos atrae tanto de las 'últimas horas', actualizaciones, datos, imágenes..? Hay una explicación. "Tenemos una tendencia a procesar más los elementos traumáticos que los que no lo son. ¿Por qué? El miedo es la emoción que más recursos monopoliza", nos cuenta a Deporte y Vida el psicólogo asturiano Richard Martínez.
Miedo al miedo
"Los estudios neurobiológicos localizan esta emoción en la amígdala, una estructura alojada en el sistema límbico, es decir, nuestro sistema emocional. Tenemos miedo al miedo. No hace falta que el estímulo aversivo esté delante, es suficiente pensar en ello para tener miedo", detalla.
Sean verdad, o no, las noticias atraen
"Actualmente estamos inmersos en la era de la tecnología y de la información, con una gran accesibilidad a las noticias. Pero siempre fue así: contrastada o no, esta información hace pensar en las narraciones que hacían los chamanes, sacerdotes u otros cronistas de la época", rememora.
"Cuanta más carga emocional tiene una información, en este caso el miedo, mucho más fácil es recuperar esa información en nuestra memoria, porque está bien anclada en lo que llamamos “memoria a largo plazo”, añade.
La pandemia: el centro de nuestra obsesión
"Estamos viviendo momentos terribles y existen muy pocos lugares donde ponernos a salvo. Al leer las noticias dramáticas o catastróficas, muchos sienten alivio al comparar las tragedias con su propia situación, mucho menos grave. En resumen, registramos con mayor facilidad la emoción del miedo y, a la vez, nos sentimos aliviados al comparar lo que les pasa a otros con nuestra propia realidad", resalta.
"España es un país donde el morbo explícito atrae mucho la atención. Los noticieros de todas las cadenas ofrecen imágenes que hieren la sensibilidad a cualquiera. No olvidemos que muchos de los programas de noticias en nuestro país duran casi una hora, cuando en el resto de los países europeos duran media hora con deportes y tiempo incluidos. Los españoles no es que disfruten del mal ajeno, porque debemos recordar que España es de las naciones más solidarias del planeta, sino que el español siente la necesidad imperante de ver noticias que le provoquen grandes sensaciones, sean buenas como ver a los agraciados de la lotería de Navidad, sean imágenes terribles que desgarran al corazón más duro", destaca el psicólogo de Gijón.
"Es impensable ver ese tipo de imágenes en los informativos de las televisiones alemanas, por ejemplo. El llamado doom scrolling o consultar nuestros dispositivos para ver noticias con matices dramáticos, se puede contemplar como una curiosidad que tiene innata el ser humano, pero que se acentúa según la cultura de los países".
Esta necesidad de información, de conocer cada detalle, información, situación, actualización... se ha acentuado desde marzo hasta límites insospechados. Y está mermando nuestra salud mental. Los profesionales de la salud recomiendan poner distancia, establecer horarios, e intentar verificar lo verdadero de lo falso.
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