Si eres de los que durante la primera oleada de la pandemia te compraste una panificadora, y el horno funciona 12 horas al día, debes saber que la levadura se puede congelar. Te vamos a contar el proceso y cómo descongelarla para aprovechar todos sus beneficios.

La levadura congelada puede conservarse en buen estado entre uno y dos meses, ya que más tiempo puede provocar la pérdida total o parcial de su propiedad leudante, el poder gasificante para que tus creaciones tengan la forma que deseas. Aunque si está más tiempo puedes usarla igual, pero tal vez al preparar una receta necesites más levadura que la indicada para terminar la receta.

Para descongelar la levadura

Puedes usarla sin descongelar, o puedes ir haciendo el proceso lentamente, poniéndola en la nevera y dejando que se descongele poco a poco, evitando el cambio brusco de temperatura y la pérdida de propiedades.

Una vez descongelada debes secar muy bien el lugar donde la guardaste. Después, seca el papel film que la envuelve y utiliza la levadura inmediatamente.

Si dudas si la levadura está en buen estado, haz una verificación: calienta un poco de agua y retírala cuando esté templada. Vierte dos dedos de agua en un vaso y agrega media cucharada de azúcar. Añade un trocito de levadura en porciones pequeñas y disuélvela muy bien. Espera unos 10 minutos.

Si la mezcla se ve espumosa, la levadura está activa y te dará una buena masa sin problemas. Si esto no espumita, la levadura habrá perdido sus propiedades, no estará buena y deberás tirar todo el producto.