No se puede afirmar que a Karl Urban le haya llegado el reconocimiento gracias a su papel de Billy Butcher en The Boys, adaptación de Amazon Prime Video del cómic de Garth Ennis, aunque puede que esté viviendo uno de sus mejores momentos en su ya dilatada carrera cinematográfica. Y es que el nombre del actor neozelandés (48) está asociado por ejemplo a la trilogía de El Señor de los Anillos o a los últimos largometrajes de la mítica Star Trek.

Pero quizá ha sido ‘el carninero’, su ácido, malhumorado y embaucador personaje, el que ha elevado su estatus en la industria ya que la mayoría de sus papeles más reconocibles siempre han sido más bien secundarios. Y el resultado, a tenor de los visto en las dos temporadas de la serie emitidas hasta la fecha, está a la altura de lo esperado.

"Quería que lo que se puediera ver en la pantalla coincidiera lo más posible con lo que la gente tenía en la cabeza. Lo divertido de Billy Butcher es que es uno de esos personajes que camina por el borde de un precipicio y no parpadea, no mira hacia abajo ni se preocupa. Encuentro esos roles muy divertidos de interpretar… los personajes que se atreven a hacer y decir cosas que nunca haríamos y diríamos personalmente en la vida real ”, explica Urban en una entrevista concedida a Men’s Journal en la que comparte también cómo fue el proceso de preparación física del personaje.

Su propio entrenador personal

"Dados los antecedentes del personaje -ex soldado de las fuerzas especiales británicas convertido en justiciero- tuve que pasar una buena cantidad de tiempo en el gimnasio. Butcher sin duda tiene un físico característico, así que me aseguré de ponerme a trabajar constantemente en el gimnasio para cumplir con las expectativas. También es importante mantenerse en forma para un rodaje como el de The Boys, porque es muy exigente”, añade el actor.

Lo que quizá sorprende de la preparación del neozelandés es que, a diferencia de lo que sucede con otras estrellas del celuloide, se basó en su propia experiencia previa sin contar con la figura de un entrenador personal. “Creé un programa basado en algunas rutinas para otros proyectos cinematográficos y funcionó. El objetivo era desarrollar la musculatura de todo el cuerpo para que el resultado también fuera equilibrado y estético”, señala Urban.

“Había dos aspectos de gran importancia para mí. En primer lugar era muy importante el trabajo de del tren inferior. Muchas veces no se le dedica la cantidad de tiempo necesaria, pero es el grupo muscular más grande del cuerpo, por lo que debes asegurarte de esforzarte si quieres fortalecerlo correctamente. Además, para este personaje en particular, era importante tener un buen volumen de espalda y pectorales”, comenta el actor.

Tampoco acudió a un gimnasio para entrenarse ya que posee una pequeña instalación en su casa con todo lo imprescindible: máquina Smith, una prensa de piernas, un equipo de mancuernas y una cinta de correr. “Las rutinas de entrenamiento para el personaje implicaban hacer mucho press de piernas, sentadillas, ejercicios con trineos o remo y diversas versiones de jalones. Además, me gustan las mancuernas porque siento que tengo más libertad para centrarme en grupos musculares concretos”, explica el actor.

La pasión oculta de Karl Urban

Pero no solo de pesas vive Karl Urban. Además del trabajo específico de musculación, el neozelandés se declara un “verdadero fanático de todo lo que se puede hacer al aire libre”. “Me encanta salir en el barco y pescar. En los meses de verano, me gusta surfear. Pero más que nada, he disfrutado de muchos viajes de pesca. Tengo algunos buenos lugares para pescar aquí en Nueva Zelanda que guardo en secreto por razones obvias. Pero solo tomo lo que necesito del mar, y hago una buena cantidad de captura y liberación. Para mí, se trata solo de estar en el océano y disfrutar de su belleza”, señala.

Por último, Karl Urban también comparte alguno de sus secretos en relación a la dieta, aunque como es obvio, asegura que trata de seguir una alimentación saludable. “La dieta debe ajustarse a las circuntancias o finalidad, aunque por experiencia, si no comes bien no funciona, al menos en mi caso. Por lo general, presto bastante atención a mi alimentación cuando estoy preparándome para un papel o en pleno rodaje. Empiezo el día entrenando y así es como también pongo en marcha mi metabolismo. Tomo algo después de ese entrenamiento inicial, a veces pollo con brócoli o simplemente un batido si no tengo tiempo para preparar una comida adecuada. Eso sí, trato de no comer carbohidratos después de las 16 horas, por lo que ceno proteínas acompañadas de una ensalada o verduras cocidas”, concluye Urban.