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NUTRICIÓN

Salsa boloñesa: las claves para que te salga perfecta

Salsa típica de la región italiana de Emilia Romagna (ragú), es uno de los símbolos culinarios de esta gastronomía, popularizada en todo el mundo con no demasiadas variantes.

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salsa boloñesa
Moralejo Selección

Salsa boloñesa, fácil, sencilla, sabrosa... pero tiene también su ritual para que salga perfecta. Dos ingredientes, carne picada y salsa de tomate. Pero, además, hay verduras, vino, caldo, leche, la cocción... 

Si piensas en sentirte culpable al comer una salsa boloñesa al más puro estilo italiano, ni te preocupes, porque se quema rápido: con una hora y media de limpieza en casa, 28 minutos corriendo, o haciendo 42 minutos sobre la bicicleta.

La importancia del tomate

No es lo mismo un tomate de bote sin más, que una salsa realizada de manera natural, con su cebollita, sal, pimienta, un buen aceite de oliva virgen extra... "Se requieren unos buenos tomates maduros y pelados, los de pera no vienen tampoco nada mal para rallar, y claro está, las verduras elegidas que más nos gusten (en daditos)", cuentan. 

"Si siguiéramos la receta italiana, bastaría con añadirle sal y un poco de albahaca, pero nosotros en España somos más de hacer un sofrito de ajo y cebolla. La textura puede ser al gusto, pero queda mucho mejor densa y bien ligada, añadiendo siempre un poquito de azúcar para corregir la acidez del tomate", añaden.

El secreto está en la carne: prueba con el cordero

¿Qué carne utilizar? "Aunque lo habitual es ternera, cerdo o una mezcla de ambas, sugerimos probar con la de cordero, que bien puede comprarse ya preparada , entre 0 - 4 grados si la congelas y con las verduras ya picadas. Además, optar por el cordero en una boloñesa es de lo más acertado, ya que su sabor es más fuerte, más potente que el de la ternera y el cerdo, y altamente nutritivo.

Verduras: más de las que crees

Respecto a las verduras, "lo mejor es utilizar aquellas que más nos gusten sin que puedan perjudicar el resultado final. Además de cebolla y ajo, podemos añadirle apio, zanahoria, perejil, orégano o una hoja de laurel. El vino, mucho mejor tinto para saborizar aún más la carne, y si tenemos a mano un caldo concentrado que podemos hacer previamente con huesos, es la manera más sencilla de que también quede la salsa bien espesa, pues estos sueltan colágeno en su cocción al añadirle un poco de limón o vinagre de sidra de manzana al agua, formándose una especie de gelatina. Otro aspecto fundamental lo da la leche, pues le añade cremosidad a la salsa y también la suaviza si queda excesivamente sabrosa", nos detallan. 

El reloj: ¿tienes dos horas?

"El tiempo empleado es de suma importancia, hará que todos los ingredientes liguen entre sí y el sabor sea más intenso, según pasen los minutos también irá adquiriendo un tono más oscuro e inconfundible. Para ello, la cocción debe ser a fuego lento y alrededor de dos horas o más, puede incluso prepararse un día antes de que vayamos a utilizarla, algo incluso recomendable.

Valor nutricional de la salsa boloñesa

  • 274 calorías
  • 20 gramos de carbohidratos
  • 16 gramos de grasas
  • 20 gramos de proteínas
  • 1200 mg sodio
  • 8 mg potasio
  • 42 mg colesterol

La importancia del producto para la salsa boloñesa

"Junto con el tomate, es lo principal; nosotros optamos por la de cordero que tiene un sabor más fuerte e intenso, dependiendo de la edad del animal, y por tanto, la salsa queda más sabrosa. Por supuesto, hay que saber elegir una buena carne de cordero, que se vea rosada, lo contrario significaría oxidación. La cantidad de grasa debe ser también la justa”, nos cuentan a Deporte y Vida desde Moralejo Selección.