Pero además de ser constante, toda ayuda es poca. Y el truco del plato más pequeño es una buena base. Pero hay más, porque las dietas deben ser controladas, para conseguir un objetivo y no ser una constante de ida y venida. Deben ser un punto de partida del que luego 'liberarse'.

La especialista Mari Carmen Díaz, experta en Dieta y Nutrición de Quirónsalud Alicante, afirma que si una dieta restrictiva se mantiene en el tiempo "puede resultar realmente peligrosa" porque elimina los nutrientes de la alimentación con el objetivo de perder peso. Y ello puede dar lugar a una pérdida de masa muscular, pero no por ello se gana en calidad de vida ni en verse más delgada la persona, sino que tendrá menos fuerza y sentirá fatiga.

El peligro de las dietas muy restrictivas

También puede provocar la falta de nutrientes esenciales, con la consecuente aparición de deficiencias y de síntomas que empeoran nuestra calidad de vida, como dolores de cabeza, cansancio extremo, mal humor... Según la doctora Díaz, "lo mejor es apostar por una dieta variada" y "el mensaje radical no es saludable ni sostenible".

La doctora Carolina Pérez, especialista en nutrición de Quirónsalud Murcia y Torrevieja, explica que "las dietas milagro o express no son equilibradas, pueden producir signos y síntomas por déficit de nutrientes esenciales o por exceso de otros" pero en todas suelen aparecer debilidad, falta de energía, flacidez, piel arrugada y más seca, uñas quebradizas, caída del pelo, mal olor del sudor y bucal, falta de vitalidad en general, somnolencia, apatía, dolor de cabeza, mareos o visión borrosa".

El truco del plato pequeño que sí funciona

Y sí, comer en platos pequeños, funciona. Sobre todo, lo que hay que tener en cuenta es el tipo de comida que hay que reducir. Es una forma muy efectiva de comer todos los nutrientes que el cuerpo necesita, pero de una manera en que nuestro cuerpo no añada más calorías. Además, a nivel visual, ayuda ver un plato lleno, aunque sea pequeño.