Mantenerse activo es uno de los ingredientes necesarios para llevar un estilo de vida saludable. No es el único factor ya que la dieta y el abandono de determinados hábitos perniciosos, como fumar o beber alcohol, juegan también un papel determinante si lo que pretendemos es reducir el riesgo de sufrir determinadas enfermedades y, en resumidas cuentas, sentirnos mejor a nivel físico y mental.

La excusa de la falta de tiempo para hacer un poco de deporte es muy recurrente, pero las principales guías de referencia, como las que elabora la Organización Munidal de la Salud desmontan ese argumento: basta con realizar 30 minutos de actividad física moderada al día para empezar a notar la diferencia.

El sedentarismo es uno de los grandes enemigos de la salud y no encontrarás ningún profesional médico o del ámbito de la preparación física ni estudio científico que lo avale o lo respalde. Al contrario, el ejercicio es básico para reducir el riesgo de sufrir diferentes enfermedades cardiovasculares, metabólicas o algunos tipos de cáncer. También para mejorar la salud ósea y funcional, que previene problemas como la sarcopenia o la osteorporosis por lo que otra lección que debemos aprender es que nunca es tarde para empezar a hacer deporte.

Rutina de entrenamiento en casa

¿Tienes 8 minutos? Es el tiempo que necesitas para competar una rutina intensa de entreanmiento cortesía de Sergio Peinado, licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y entrenador personal, que propone una sesión que incluye ejercicios de cardio, funcionales y de peso corporal que nos permitierán quemar grasa y adelgazar mientras nos ponemos en forma.

Como hemos comentado con anterioridad, prácticamente cualquier cantidad de tiempo ya es mucho. Es mejor hacer una rutina de 8 minutos 100 días al año que no hacer nada en 100 días. Afortunadamente existen muchas sesiones de entrenamiento que se pueden completar en poco tiempo y que te servirán para mejorar tu salud. La clave es la adherencia, que es la capacidad para mantener esa rutina en el tiempo por lo que lo ideal es que busques el tipo de ejercicios o de entrenamiento que más te guste y se adapte a tus necesidades.

Y recuerda, si además del tipo de entrenamiento que mejor se ajuste a tu ritmo de vida y apetencia (correr, montar en bicicleta, ir al gimnasio o hacer rutinas de entrenamiento en casa) eres capaz de fomentar en tu día a día pequeños gestos -subir escaleras o pendientes, jugar con los niños (a su ritmo), caminar para ir al trabajo, cargar con la compra o realizar las labores de limpieza en el hogar con un cambio de mentalidad- estaremos añadiendo una buena cantidad de ejercicio extra. Todo suma. Y es por tu bien.