¿Te sientes triste todo el tiempo? La ansiedad, el estar nervioso, los nervios, el saltar por cualquier motivo, el enfadarte incluso con los que no conoces, y conocidos también, claro, es algo que es muy común estos días. 

Desde el Síndrome de la Cabaña, que es el temor e inquietud que suscita a un individuo ante un cambio inminente de entorno, del aislamiento a un ámbito de movimiento y relación normales. Pasando por esta especie de depresión, es normal sentirse aterrado, pero debes tener en cuenta que sacarlo, será lo mejor que puedes hacer para sentirte mejor. Y, por supuesto, que no se cronifique. 

Para la psicóloga Gema Sánchez Cuevas, directora de La Mente es Maravillosa, es importante recordar que estamos en "un aislamiento físico, no emocional”, de hecho cada día es más frecuente las llamadas grupales incluso con amigos o familiares que hace tiempo que no ves. Y, seguro, que nunca has hecho tantas llamadas de vídeo.

Por ese motivo, porque muchos estamos en la misma situación, no es momento de esconder las emociones. "Aplazar el dolor implica postponerlo y, cuanto más lo hagamos, más grande será la carga emocional que conlleva y, por supuesto, más efectos físicos y psicológicos se experimentarán", asegura.

No pasa nada por estar tristes

La tristeza, como todas las emociones, tiene un mensaje para nosotros, tiene algo que decirnos sobre cómo estamos y qué necesitamos, explica Sánchez. "Aunque suene raro, la tristeza está llena de vida, de fuerza y de propósito, porque nos advierte que hay algo en nosotros sobre lo que debemos trabajar y que requiere nuestra atención para resolver ese nudo emocional".

Se puede luchar contra la tristeza

Hay que mentalizarse, concienciarse y adoptar una serie de estrategias mentales. "Hay que tener en cuenta que es una situación que no hemos vivido anteriormente y que nadie nos ha preparado para hacer frente, por lo que puede ser común experimentar cierta sensación de irrealidad, asegura.

"Algo que puede ayudarnos es la búsqueda de información, siempre de medios fiables y de manera puntual en el día, no de forma constante. Al igual que establecer rutinas y recordar que el aislamiento es una medida para reducir las infecciones, aplanar la curva y protegernos tanto a nosotros como a los demás".

No debemos olvidar las llamadas, pasar tiempo a solas es importante para relajar la mente y el cuerpo, e incluso sacar aunque sean cinco minutos al día para hacer lo que nos guste y nos haga sentir bien.