Comer de manera equilibrada no es sólo una cuestión de buena alimentación, sino también de potenciar el sistema inmunológico. Es por ello que ante cualquier enfermedad, que el cuerpo tenga reservas suficientes, es fundamental para hacer frente de la mejor manera.

Un nuevo estudio de los Países Bajos relaciona niveles bajos de vitamina K con peores resultados ante la COVID-19, una vitamina relacionada con accidentes vasculares. En el estudio de pacientes con coronavirus, se vio cómo la coagulopatía y la tromboembolia son frecuentes en pacientes y les afecta gravemente, con resultados fatales en muchos casos.

Así, entre las conclusiones de la investigación, detacan que el nivel en el cuerpo de vitamina K se redujo en pacientes con COVID-19 y se relacionó con un mal pronóstico. Además, el bajo nivel de vitamina K parece estar asociado con la degradación acelerada de la elastina, una proteína que afecta a la elasticidad de los tejidos, desde músculos a órganos. 

Un déficit de vitamina K puede llevar a la aparición de hematomas con facilidad, a tener hemorragias más comunes e incluso a la pérdida de fuerza en los huesos. Para ello, es fundamental la alimentación y potenciar los alimentos que tengan más cantidad de esta vitamina.