Ha perdido su condición de hombre más fuerte del mundo tras caer el pasado mes de junio ante Martins Licis (29) en el World Strongest Man 2019, competición celebrada en Bradenton (Florida, EEUU). Pero Hafþór Júlíus Björnsson (31), La Montaña, lejos de rendirse se ha propuesto volver por sus fueros, revalidar alguno de los títulos logrados el año pasado (‘Arnold Strongman Classic’) y recuperar su corona mundial. Y batir un récord inalcanzable hasta la fecha.

El 9 de julio de 2016, Eddie Hall (31), otra leyenda de la disciplina, puso a prueba sus límites para lograr el récord del mundo de deadlift al levantar media tonelada (500 kg). Una demostración de fuerza que por poco le cuesta la vida, como él mismo ha reconocido en alguna ocasión.

“La presión sobre mi cuerpo era surrealista. Me desmayé después de conseguirlo. Tenía hemorragias nasales y experimenté síntomas de conmoción cerebral durante tres o cuatro semanas. Ni siquiera era capaz de recordar el nombre de mi mujer y de mis hijos. No es saludable hacer algo así. Pero es una gran sensación. Soy el primer hombre en levantar media tonelada, he hecho historia y estoy muy orgulloso de formar parte de ella”, explicaba Eddie Hall, que se convirtió en el hombre más fuerte del mundo un año más tarde para retirarse a continuación por motivos de salud.

“Mi plan era ser el hombre más fuerte del mundo, retirarme agradecido y vivir una larga vida. Tengo que ser sensato al respecto y pensar no solo en mí, sino también en mi familia, en mis hijos. No quiero que crezcan sin un padre", añadía el británico que perdió más de 30 kilos para reducir riesgos innecesarios.

La Montaña quiere su récord de deadlift

Pero como en cualquier disciplina de índole competictivo, los récords están para batirlos y ‘Thor’ Björnsson persigue el de Eddie Hall. En plena preparación para la edición de este año del Arnold Strongman Classic’, 'La Montaña' ha compartido en sus perfiles sociales un vídeo en el que completa dos series de dos repeticiones de 403 kilos. Todavía lejos de la media tonelada de Hall, pero dando muestras de que tiene en mente intentar lo ‘imposible’.

El riesgo es evidente pero el islandés, que posee el récord del mundo de deadlift con la Rogue Elephant Bar (474 kilogramos), pretende lograr el más difícil todavía y hacer historia. Pero la marca de Eddie Hall son palabras mayores.