Correr al aire libre o correr en cinta

• La resistencia del terreno o del viento son factores que propician que el gasto calórico sea más elevado cuando corremos al aire libre.
• Aunque tengamos la sensación de que sudamos más en la cinta de correr, este hecho se debe a que nos encontramos en un ambiente cerrado. Una vez más el gasto calórico aumenta al aire libre también fruto de los mecanismos que pone en marcha nuestro organismo para adaptarse a una temperatura variable.
• Es posible que para equilibrar el gasto calórico entre correr al aire libre y en cinta tengas que aumentar un poco el tiempo de ejercicio y la inclinación de la cinta (1%).
• Correr al aire libre se asocia a mayores beneficios psicológicos: está relacionado con mayores sentimientos de revitalización y participación positiva, reduce la tensión o el estrés.
• La exposición al sol y el aumento de los niveles de vitamina D es otro argumento a favor de correr al aire libre.
• Cuando corremos en cinta, nuestro ritmo se ve afectado y tenemos la sensación de que corremos más cuando en realidad lo hacemos a menor velocidad.
• La amplitud de la zancada, la pisada, el movimiento de los brazos, la presión plantar, e incluso cómo trabajan los músculos son aspectos diferentes en función de si corremos outdoor o indoor.
• Aspectos como la contaminación, la temperatura o la humedad deben tenerse en cuenta a la hora de salir a correr al aire libre, aspectos que al correr indoor son más que secundarios.
• Existe mucha controversia sobre qué opción es mejor para prevenir lesiones, pero lo cierto es que no estamos libres de riesgo en ninguna circunstancia. La amortiguación de la superficie de la cinta que utilicemos, o si corremos sobre hierba, tierra o asfalto puede provocar un mayor o menor riesgo de sufrir lesión.
• La elección del tipo del calzado también es otro factor relacionado con el punto anterior. En este sentido, someterse a un estudio biomecánico de la marcha y la pisada puede evitarnos más de un disgusto. Debemos tener en cuenta aspectos como la anchura del pie y el drop, que es la diferencia de altura desde el talón a la zona metatarsal.