Una nueva investigación a cargo de expertos del Centro de Investigación Ambiental de las Universidades Escocesas, las Universidades de Glasgow y el Oeste de Escocia, y el Imperial College de Londres, concluye que el ejercicio de intensidad moderada combinado con un suplemento que suprime el apetito, inulin-propionate ester (IPE), podría aumentar la velocidad a la que se quema la grasa en el cuerpo humano.

Los resultados de la investigación, que incluyó a un total de 20 mujeres de entre 25 y 45 años con un índice de masa corporal mayor de 25 y que ha sido publicada en la revista 'Metabolism', se basan en estudios previos que mostraron que la sustancia IPE redujo los antojos de alimentos ricos en calorías y aumentó las tasas de oxidación de grasas, el proceso por el cual el cuerpo 'quema grasa’.

Durante cuatro semanas, las participantes completaron un programa de entrenamiento de intensidad moderada y recibieron suplementos regulares para de IPE o un placebo hecho de celulosa sin que hubiera ningún cambio en la dieta. Los investigadores midieron el cambio en los niveles de oxidación de grasas en reposo de los participantes al tomar muestras de sangre y gases expirados antes de que comenzara el estudio y nuevamente después de que terminó. También se tomaron muestras de los participantes antes del desayuno, después del desayuno y después del almuerzo.

Descubrieron que, si bien la tasa de quema de grasa en el grupo de placebo permaneció sin cambios desde el comienzo del estudio hasta el final, fue significativamente mayor en aquellas que tomaron el suplemento de IPE, cuyo efecto se mantuvo hasta 7 horas después de ingerirlo. "Agregar ejercicio moderado a la rutina diaria es algo bueno para su salud cardiovascular y general, pero los efectos que tiene sobre la cantidad de grasa que quema mientras descansa y después de una comida pueden ser inconsistentes y pueden no traducirse fácilmente en cambios en la composición corporal y la masa corporal”, explica el doctor Douglas Morrison, del Centro de Investigación Ambiental de las Universidades Escocesas.

"Así lo confirman los resultados del grupo de placebo en esta estudio, pero es interesante que aquellas mujeres que tomaron el suplemento IPE vieron un impulso significativo y duradero en la tasa de quema de grasa", añade el investigador.

"Hay un gran interés en este momento en cómo nuestra microbiota intestinal afecta a la salud y bienestar. Nuestra propia investigación ha demostrado que IPE puede alentar a las personas a sentirse saciadas mientras comen menos, y que alienta al cuerpo humano a quemar grasa más rápido. Lo que hemos podido mostrar por primera vez es que este último efecto continúa cuando se agrega ejercicio a la ingesta regular de IPE. Estamos interesados en explorar estos efectos aún más en ensayos controlados aleatorios más completos en el futuro", comparte el investigador, consciente de la pequeña muestra del estudio y del período de tiempo también limitado del mismo.

Sin antojos y un 10 por ciento menos de comida

El propionato se encuentra naturalmente en el intestino humano y se produce cuando se ingieren los alimentos. Cuando los microbios intestinales descomponen la fibra dietética de los alimentos, se libera propionato, que ayuda a indicar al cerebro que el estómago está lleno y que no se necesitan más alimentos. El IPE se desarrolló como un suplemento alimenticio para proporcionar al intestino una dosis mucho mayor de propionato que la que podría proporcionar fácilmente una dieta normal, produciendo la sensación de saciedad más rápidamente y suprimiendo así el apetito.

Investigaciones previas realizadas por algunos miembros del equipo de científicos involucrado en este nuevo trabajo, descubrieron que el IPE redujo los antojos de los voluntarios sujetos a estudio en relación a alimentos ricos en calorías y también hizo que comieran un 10 por ciento menos de pasta cuando se les dio la oportunidad de comer tanto como quisieran en una sola sesión.