Para más de uno dentro del club se trata de una muy buena noticia que finalmente el equipo se concentre varias horas antes el día del Clásico. Aunque los motivos de esta decisión sean totalmente extradeportivos, es evidente que algunos han salido claramente beneficiados por esta iniciativa. Entre ellos nos encontramos a la nutricionista del club, Toña Lizárraga, y al chef del primer equipo, Adrià Ponce, que gracias a que el equipo se concentra a partir de las 12.30 horas en el hotel Princesa Sofía y que comen todos juntos una hora más tarde, podrán controlar todos los aspectos del menú.

Como es sabido, en los partidos en casa los jugadores suelen acudir directamente al estadio, por lo que tienen la responsabilidad de ejercer un control estricto en lo que ingieren en las horas previas. Evidentemente parten de unas recomendaciones previas, pero al final son los jugadores los que deciden ponerlas o no en práctica.

En cambio, este miércoles, el control de lo que consuman en las horas previas al encuentro será absoluto. En el club han preparado un buffet libre completísimo en el que priorizarán ante todo los platos que aporten energía y proteína a los músculos. Así pues, los jugadores tendrán a su disposición tres variedades distintas de arroz, un repertorio amplio de ensaladas y la opción de un plato de pasta. Como segundo servicio podrán escoger entre carne y pescado para completar el menú. Merluza, lenguado, rape, solomillo de ternera, hamburguesa y entrecotte son los platos previstos en el buffet. Como no se deja nada al azar y se quiere satisfacer a todas las necesidades, también se ha preparado una gama amplia de productos de sushi, ya que cuenta con una gran aceptación dentro del vestuario. De postre, la fruta y los yogurs son los absolutos protagonistas.

Dos horas antes de empezar el partido, los jugadores consumirán asimismo un batido de frutas y verduras para acabar de equilibrar la aportación calórica necesaria para afrontar un partido de estas características. Y antes de salir, los que lo desean, Leo Messi es un incondicional, una especie de golosina en forma de galleta para acabar de acondicionar al metabolismo de cara al esfuerzo que está por venir.