No vamos a leerte las líneas de las manos, ni predecir el futuro, ni saber cuántos hijos vas a tener... Hablamos de lo que tus manos dicen de ti, más allá de si tienes las uñas largas, cortas, bien hidratadas, muestran lesiones de huesos de hace años o necesitan descansar, porque las manos también necesitan descansar dependiendo de tu trabajo.

Por ejemplo, unas uñas que se rompen con facilidad, quebradizas, de las que puedes ver sin problema alguno hasta capaz, te dicen que tienes anemia, falta de nutrientes como zinc, calcio, hierro, vitamina C, A... incluso esas uñas pueden llegar a indicar que padeces hipocalcemia, falta de la proteína del calcio.

Hiperhidrosis, el exceso de sudor. No ponerse nervioso en determinados momentos y que suden las manos, no. Sino gotas constantes, necesidad de secarte, manos mojadas. Los excesos de sudor suelen ocurrir con periodos de estrés, nervios, problemas personales o laborales...

Parkinson, las manos pueden ser el primer reflejo de la enfermedad de Parkinson. El temblor característico de esta enfermedad puede camuflarse con nervios, drogas, síndrome de abstinencia, resaca incluso... pero si estos factores se descartan, hay que mirar más allá.

Problemas cardiacos, puede parecer una tontería, pero la pérdida de fuerza en las manos, no poder agarrar objetos, o dar la mano, o incluso que se caiga lo que tienes, indica que algo no va bien. Hay que vigilar esa sensación, esa debilidad, porque puede reflejar también algún accidente cerebro vascular.

Problemas de tiroides, tener manos siempre frías, uñas muy quebradizas, que se rompen de manera fácil, piel muy seca, en ocasiones las manos y dedos se hinchan, e incluso pueden aparecer rojeces.