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Ejercicio físico y dieta: 14 consejos básicos para lograr el objetivo

A la hora de iniciar una dieta hay que tener en cuenta diferentes aspectos, pero el primero es tener claro cuál es el propósito de la misma y buscar la ayuda de un especialista en nutrición.

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Al hablar de dieta, en la mayoría de ocasiones la asociamos a la necesidad de perder peso y puede que efectivamente sea la finalidad en muchos casos, pero puede que en lugar de aldelgazar tengamos en mente otros objetivos como puede ser ganar peso o desarrollar masa muscular. En cualquier caso, tener un propósito debe ser el punto de partida.

En este sentido, tan importante es tener un objetivo como trazar un plan y llevarlo a cabo. Es muy recomendable buscar el consejo de un médico o un especialista en nutrición, que pueden ayudar tanto a evaluar la situación como a diseñar qué tipo de dieta es la que mejor se adapta a tus circunstancias. Así pues, tener un objetivo, buscar ayuda especializada y estar plenamente mentalizado deben ser los pilares sobre los que cimentar la dieta.

14 consejos básicos para hacer dieta

Igualmente, Jesús Román Martínez, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid y presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA), ofrece una serie de recomendaciones principalmente encaminadas a cuidar la salud.

  • No todo es perder peso sino que hay que perder grasa porque, de lo contrario, el peso que estemos perdiendo puede ser de masa muscular, lo que afectaría al final a nuestra salud.
  • Elegir alimentos con un valor energético reducido que, en paralelo, tengan un aporte nutritivo destacado.
  • Consumir productos que contengan demasiado azúcar, demasiada grasa o demasiada sal no es buena idea.
  • Elaborar un menú semanal pensado para la personas que va a hacer dieta y para el resto de los que conviven con ella.
  • Los siguientes alimentos son imprescindibles: aceite de oliva virgen, cereales o pan integral, legumbres secas, verdura para consumir a diario, fruta para que haya tres piezas diarias por persona, pescado, lácteos y carnes magras.
  • Elegir siempre que sea posible alimentos de cercanía, frescos, no procesados (frutas, verduras, legumbres, carnes, pescados...), sin envasar y con la mínima cantidad de ingredientes posible.
  • Leer y saber interpretar adecuadamente las etiquetas de los alimentos que adquirimos es esencial. Es necesario leer los ingredientes y comprobar que el primero que se cita es el que realmente se busca.
  • Mantener unos horarios y unas costumbres regulares y razonables es también fundamental.
  • Una muy buena y nutritiva solución es emplear a diario (para la comida y/o la cena) el concepto del 'plato único equilibrado y saludable', una idea parecida al 'plato combinado' que todos conocemos, pero nutritivamente equilibrado.
  • Si por diferentes razones se va a comer regularmente fuera es aconsejable buscar lugares que ofrezcan pan integral, añadan poca (o ninguna) sal, ofrezcan medias raciones, que haya en la carta o en el menú verduras y oferta de fruta fresca a diario, que cocinen con poca grasa o salsas, y que la información sobre alérgenos está clara y a mano, entre otros.
  • Hay que huir del sedentarismo y de la inactividad. Es recomendable por lo menos hacer media hora diaria de actividad física. El objetivo es cumplir al menos las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, es decir, 150 minutos semanales de actividad física aeróbica de intensidad moderada
  • En el puesto de trabajo o en los estudios, se aconseja levantarse, dar un pequeño paseo, subir por las escaleras y no en el ascensor, trabajar un rato levantado, es decir, tratar de mantenerse activo en la medida de lo posible.
  • Reducir o evitar el consumo de bebidas azucaradas
  • Darle al agua el papel principal que se merece. Debe ser la base para nuestra hidratación.