Ahora que llega el otoño, las temperaturas bajan, y nos apetecem más platos de cuchara, es el momento de preguntar a dos chef expertos en fabada asturiana por el secreto para que nos quede perfecta y sepamos hacer una receta que no nos aporte tantas calorías. Y sí, es posible.

"El cuerpo es listo y sabe los que necesita en cada ocasión, aunque nosotros mismos no nos demos cuenta, pero cuando necesita un buen aporte calórico, nos pide una buena fabada, un buen guiso, un cocido y cuando nuestra actividad física es poca y detectamos el calor del verano, nos pide otros alimentos, más ligeros, más fáciles de digerir y menos pesados", afirman José Béjar (de Puxa Asturies ) y Luisa Duque (de La Bobia).

¿Es posible hacer una fabada para personas que realizan dieta?

"Si nos vamos a una receta tradicional de fabada, es difícil para una persona que este realizando una dieta de adelgazamiento, debido a su aporte calórico, pero por supuesto que se puede preparar una buena fabada modificando la receta para hacerla apta a un régimen de adelgazamiento y bajar el aporte calórico y la cantidad a consumir", nos cuentan los chef.

¿El secreto está en los complementos o en la judía?

El secreto está en los complementos, en una buena judía, una buena técnica y sobre todo, la mano del cocinero o de la cocinera. Un correcto remojado en agua dependiendo de las fases pero de unas 12 horas y si realizamos la cocción en recipiente de barro, aún estarán más espectaculares.

¿Cuántas horas se necesitan para volvernos locos con una buena fabada?

Dependerá de la cantidad que vayamos a realizar, del tipo de fuego, recipientes…..pero nos llevará de tiempo de cocción entre dos y dos horas y media a fuego medio para tener una correcta cocción y un caldo sabroso y ligado.

La receta más sencilla para una fabada

• 500 gramos de judías
• 250 gramos de panceta curada asturiana
• 2 chorizos asturianos
• 2 morcillas asturianas
• 200 gramos de hueso de jamón
• sal, agua y hebras de azafrán
• El agua no debe de hervir en exceso y las carnes deben estar desaladas en su punto óptimo para que resulten sabrosas, pero sin estropear nuestra fabada.
• Paciencia, buen desalado y control de la temperatura, es lo que nos hará tener unas maravillosa fabada.