Según han informado en la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP), en unas jornadas de profesionales sanitarios de las principales sociedades científicas, han hecho hincapié en la necesidad de mejorar la prevención de la enfermedad vascular y de las alternativas terapéuticas. Y es que no se pueden sostener cifras del 30 % de muertes relacionadas con la salud cardiovascular. La cardiopatía isquémica en los varones y el ictus en las mujeres son las principales causas de muerte en población adulta, pero es que además irán en aumento estas cifras por el envejecimiento de la población.

Enfermedades cardiovasculares: riesgo trombótico residual

Se define como "el incremento de las posibilidades de sufrir nuevos eventos vasculares o la progresión de una enfermedad ya establecida. Los pacientes con enfermedad arterial coronaria o periférica son los que presentan mayor riesgo de muerte vascular, ictus u hospitalización derivada de un nuevo evento vascular. Este tipo de patologías se caracterizan, asimismo, por una disfunción neurológica que puede causar invalidez permanente, amputaciones o muerte", afirman en el documento.

Ictus, primera causa de invalidez

"El ictus es la primera causa de invalidez o discapacidad grave a largo plazo en adultos y la segunda de demencia entre los pacientes que lo padecen. Además, a los seis meses de haber sufrido un ictus, uno de cada cuatro pacientes no logra sobrevivir y entre los supervivientes, más del 40% padecen alguna dependencia funcional", explican.

Para el director del Área del Corazón del Hospital Xanit Internacional, Juan José Gómez Doblas, "en el tratamiento de la patología vascular existen aún parcelas sin resolver desde el punto de vista de concienciación, diagnóstico y estrategia terapéutica, que generan alteraciones graves en los pacientes, así como elevadas tasas de mortalidad".