Deporte y Vida

SALUD

Humanización del parto y la lactancia en los hospitales: el nuevo reto

El Hospital Universitario San Cecilio de Granada, ha iniciado el proceso para convertirse en centro reconocido por Unicef y la OMS por su fomento de la humanización en la asistencia al nacimiento y la promoción de la lactancia materna.

0
parto
as.com

Desde hace más de una década se tienen en cuenta en los planes de salud de las distintas Comunidades Autónomas aspectos de humanización de la atención sanitaria, “aunque cada una a su ritmo, según las circunstancias”, matiza la doctora Izquierdo, que forma parte de la candidatura “Juntos por la SENeo” para presidir próximamente la Sociedad Española de Neonatología (SENeo).

Las necesidades de contacto y comunicación de la madre y el bebé, de confort, el tratamiento del estrés ambiental, del estrés profesional, la adecuación de horarios, los cuidados a los profesionales, la atención psicológica a las familias, los cuidados al final de la vida,….preocupa y ocupa a los profesionales, sociedades científicas, familiares, pacientes e instituciones.

El caso de Valencia

En el ámbito específico de la Neonatología, el Hospital Universitari i Politècnic La Fe apuesta por la instauración de medidas para mejorar el macro y microambiente donde se desarrollan los recién nacidos ingresados.

Además, “se ha establecido una política de puertas abiertas las 24 horas del día, para que el padre/madre que lo desee pueda permanecer con su hijo el tiempo que considere o pueda; se fomenta y apoya el parto natural, así como el contacto ‘piel con piel’ de la madre o del padre con su hijo el mayor tiempo posible; se intenta la no separación del recién nacido de su madre, favoreciendo en caso de necesidad de ingreso por patología poco grave el ingreso conjunto de la madre con el niño en la maternidad”, cuentan.

“Cuidamos el macroambiente con la instalación de medidores del nivel de ruido y control de la luz y, actualmente estamos humanizando el entorno de la Unidad; además, respetamos el microambiente del recién nacido, mejorando el confort con sistemas de contención y control del dolor”, apunta Isabel Izquierdo, quien también valora positivamente la instauración de medidas tales como el “método de canguro a demanda”, la participación de los padres en los cuidados de su hijo/a cuando está clínicamente estable, la existencia de una “Casa Ronald Mac Donald” dentro del recinto hospitalario que permite el hospedaje de las familias desplazadas o la disponibilidad de una salita de estar específica para madres lactantes.

El fomento y apoyo a la lactancia materna y el Banco de Leche Materna Regional son otras medidas y recursos a destacar. Además, añade la responsable del Servicio de Neonatología, “hemos creado una Comisión clínico-técnica de Atención Materno-Neonatal multidisciplinar, formada por neonatólogos, enfermeras/os, obstetras, matronas, pediatras de Atención Primaria y directivos de Salud Pública, entre otros”.

Con todo, subraya, “pretendemos seguir mejorando y, sobre todo, actualmente estamos trabajando en conseguir mayores espacios y llegar a la hospitalización madre-hijo en habitaciones individuales dentro de la Unidad Neonatal. Otro de nuestros objetivos es conseguir la acreditación IHAN (Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia)”.

El ejemplo de Granada

En la misma línea se encuentra el Hospital Universitario San Cecilio, ubicado en el Parque Tecnológico de la Salud de Granada, quien se ha adherido a la denominada Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia, impulsada por UNICEF  y la Organización Mundial de la Salud.

La iniciativa pretende animar a los hospitales, servicios de salud y salas de maternidad a adoptar prácticas que protejan, promuevan y apoyen la lactancia materna exclusiva desde el nacimiento, así como la humanización en la atención perinatal.

Para obtener este reconocimiento, el hospital debe pasar por un proceso que comienza con una autoevaluación, fase que ya ha completado. Posteriormente, esta evaluación inicial conducirá al análisis de las prácticas que promueven o impiden la lactancia materna, y tras ello, se estudian posibles acciones para llevar a cabo los cambios necesarios. Este proceso, por lo tanto, sigue la secuencia Triple-A (Apreciación, Análisis, Acción) que caracteriza el desarrollo de los programas de Unicef.