El Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC, por sus siglas en inglés), ha presentado un informe sobre deforestación y modelos alimentarios, que insta a reducir la dieta basada en el consumo de carne para luchar contra el cambio climático y adoptar un modelo basado más en alimentos de origen vegetal. Y es que es necesario que la dieta sea más sostenible a nivel mundial para contribuir a la salvación del planeta.

Las conclusiones del organismo abogan por un cambio profundo en los hábitos de consumo y producción alimentarios. “Es necesario que la población se decante por dietas equilibradas a base de alimentos de origen vegetal, como aquellas basadas en cereales secundarios -más allá del arroz o el trigo-, legumbres, frutas y verduras, los frutos secos y las semillas, y alimentos de origen animal producidos en sistemas resistentes, sostenibles y con bajas emisiones de gases de efecto invernadero", defiende el IPCC en su informe.

El reto es mayúsculo y para que el cambio se produzca es necesaria una implicación global a todos los niveles, tanto del sector público como del privado. Y sobre todo es necesario que los consumidores lideren la reducción en el consumo de carne.

Los hogares españoles ya consumen menos carne

En lo que se refiere a los hogares españoles, la tendencia es alentadora pues son varios los informes que apuntan a la reducción en el consumo de carne. Un estudio encargado por la Federación Empresarial de Carnes e Industrias Cárnicas (FECIC) pone de manifiesto esa tendencia a la baja: uno de cada tres consumidores de carne asegura que come menos cantidad que hace unos años basados en criterios relacionados con la salud o la sostenibilidad.

Por su parte, según según el informe de consumo alimentario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación correspondiente a 2018, los españoles consumieron un volumen total de 2.114,78 millones de kilos de carne, lo que supone una reducción del 2,6% con respecto a 2017. Además, el descenso en el consumo de carne en 2018 mantiene la ligera pero continua tendencia a la baja que se viene produciendo en la demanda de este producto de desde 2012.