Deporte y Vida

NUTRICIÓN

20 alimentos que te engordan más de lo que piensas

Desde los cereales del desayuno pasando por las barritas energéticas, los tés, los yogures, las salsas de las ensaladas... pequeños gestos que van sumando a tu cuerpo.

0
cereales desayuno
as.com

Cuando pretendes perder peso sin hacer dieta empizas a fijarte en la composición de los alimentos, en buscar lo más saludable, lo menos procesado... y si estás haciendo una dieta, el control es absoluto.

Para aquellos que piensan que todo lo que comen es saludable, que no pasa nada, y que los kilos de más que no se van es por los años... te mostramos 20 ejemplos de alimentos que te hacen ganar más peso del deseado.

20 alimentos que te engordan más de lo que piensas

Salsas en las ensaladas, mejor a un lado, que sobre toda la ensalada. Y no te hablamos ya de las salsas a las carnes... es uno de esos detalles que te ayudarán a no sumar.

Alimentos con CBD, tan de moda el cannabidiol, pero donde el control de sal, azúcar, grasas saturadas no está especificado...

Snacks salados, un capricho del que es difícil parar una vez empiezas. Nos dan más sed, parece que tenemos más hambre, pero es la sal.

Hamburguesas, no hablamos ya de las de carne, sino las nuevas versiones procesadas para que parezcan carne. Ahí está el añadido, en ese procesado que suele ir cargado de sodio o grasas saturadas.

Parfait de yogures, no hablamos ya de un yogur, sino de un producto más elaborado con frutas, aderezos... Unas bombas calóricas.

Dieta keto o paleo, si sigues estas dietas, hay productos enfocados en esta línea, con mucha menos fibra, menos azúcar, pero más grasas saturadas.

Tés chai o matcha, bombas calóricas con hasta el triple de azúcar que un café normal. Es mejor añadir la vainilla en polvo, la canela, la nuez moscada, o el chocolate a un café normal que pedir uno de éstos que lo llevan todo integrado.

Queso vegano, que también lo hay, con mucha más sal y grasas que un queso tradicional, además necesitarás comer más porciones para llenarte más por la falta de proteínas.

Algarroba, uno de los sustitutos del chocolate, pero tiene trampa, ya que contiene las mismas calorías, nada de cafeína eso sí, pero no los beneficios del cacao para nuestra salud.

Salsa de tomate, la inocente salsa de tomate que arregla casi cualquier plato. El añadido de sal y azúcar que traen las hacen realmente calóricas.

Barritas de cereales o granolas, si las haces tú en casa de manera natural, genial. Si no, pueden ir cargadas de aditivos. 

Batidos de proteínas, no olvides revisar las etiquetas de las proteínas en polvo, así evitarás añadir más azúcar del deseado.

Cócteles preparados, el éxito de los veranos tanto para margaritas, mojitos, piñas coladas... pero perjudiciales para nuestra salud por la gran cantidad de azúcar que llevan. Mucho mejor preparadoas al momento, o elegir otra bebida.

Alimentos sin gluten, si tienes la enfermedad, es lo que debes comer, pero si lo haces por moda, estás cometiendo un error añadiendo un alimento que no necesitas con menor valor nutricional para tu organismo.

Aperitivos procesados, como el queso, los embutidos, ya cortados y listos para consumir. Es posible que tengan hasta un 30 % más de sal que el mismo producto de manera natural.

Café con mantequilla, la nueva bomba calórica. Hay que asegurarse del producto que echas, que no tenga más aditivos de los necesarios, así como más grasas. Ya estarías añadiendo hasta 500 calorías por este café, así que mucho cuidado con las tendencias foodie.

Batidos y zumos preparados: la fruta natural es mucho mejor alimento, más natural, no pierdes fibra y te sacia más. Bebido, tomas el triple o más de piezas de fruta, te sacias, tomas menos fibra, y en los preparados, mucho más azúcar.

Jarabe de ágave, mucho más perjudicial de lo que parece, puede tener hasta 60 calorías por una cucharada.

Aceite de coco, a nivel corporal por su valor nutritivo, lo que quieras. Para consumir a nivel nutricional, mejor no. Contiene grasas saturadas y azúcar que ya cumplen el valor diario recomendado.

Cereales del desayuno, con sus colores, sus sabores, sus formas... y todo el azúcar añadido que llevan. Sabrosos, pero nada saludables.