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Caminar por la playa en verano: los expertos aconsejan precaución

Uno de los hábitos más placenteros cuando estamos en la playa es caminar por la orilla mientras disfrutamos de la brisa del mar y del refrescante efecto de las olas sobre nuestros pies.

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Es una de las estampas del verano. Cientos y cientos de personas caminan por la orilla del mar mientras disfrutan de la brisa del mar y del refrescante efecto de las olas sobre nuestros pies. Una manera placentera de hacer un poco de ejercicio físico y no limitar a tomar el sol o un baño nuestra estancia en la costa. Un hábito saludable que sin embargo puede no ser recomendable para todo el mundo.

A pesar de que existe un consenso sobre los beneficios físicos y psicológicos de caminar para la salud, la inclinación de la arena mojada provoca un desequilibrio que puede tener consecuencias en tobillos, rodillas y cadera, sobre todo en personas que ya tienen algún antecedente. El Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) recomienda “realizar largas caminatas por la orilla del mar si la superficie estuviera fuera absolutamente plana”, aunque reconoce que “no suele ser tan frecuente”.

Una idea que comparte Alfonso del Corral, jefe de Medicina y Traumatología del Deporte del Hospital Ruber Internacional, que aboga por “evitar en la medida de lo posible caminar o correr sobre la arena de la playa. La arena tiene recovecos en los que podemos meter el pie y la inclinación hace que carguemos más sobre una pierna que sobre la otra”.

Eso sí, en determinadas circunstancias, como indica el ICOPCV, caminar por la arena seca puede ser una buena opción. “Aunque parezca más inestable, porque mejora la propiocepción de los miembros inferiores y favorece el fortalecimiento de la musculatura de los pies y las piernas. Además, ayuda a su recuperación tras lesiones como pueden ser los esguinces de tobillo”, explica la institución, que también aconseja tener cuidado con el sol.

Quemaduras

“El problema es que en esta época del año la arena suele estar muy caliente y debemos ser muy cautelosos tanto por este hecho como por el sol. En verano son frecuentes las quemaduras en los pies tanto por no ponerles protección solar en los empeines, zona de máxima incidencia solar por la perpendicularidad de los rayos solares como por caminar descalzados por la arena hasta llegar al agua”, concluye el ICOPCV.