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Ola de calor: población de riesgo y consejos básicos para el cuidado de la salud

Con las altas temperaturas que está registrando el país en medio de la ola de calor, existen determinados colectivos que son más vulnerables por diversos factores que conviene tener en cuenta.

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Javier Etxezarreta EFE

La ola de calor que recorre España se intensifica por momentos, lo que puede suponer una verdadera amenaza para la población. Ancianos, enfermos y niños son los colectivos más vulnerables cuando las altas temperaturas hacen acto de presencia por lo que deben extremarse las medidas de precaución. También han de tener un especial cuidado quienes disfrutan del deporte al aire libre o quienes deben desarrollar su actividad laboral en el exterior bajo condiciones adversas.

Por ello, es importante tener en cuenta que la incidencia del sol y el calor sobre nuestro organismo puede producir quemaduras e irritaciones en la piel, calambres, agotamiento o el episodio más grave que es el golpe de calor, un trastorno ocasionado cuando la temperatura corporal supera los los 40 °C, generalmente como consecuencia de la exposición prolongada a altas temperaturas o del esfuerzo físico en altas temperaturas.

¿Quiénes deben tener especial cuidado?

  • Personas mayores de 65 años, especialmente los de avanzada edad y los que tienen dependencia de otros para los cuidados básicos de la vida diaria, presentan dificultades importantes de la movilidad o están encamados.
  • Individuos que padecen patologías: enfermedades cardiovasculares (enfermedad cerebrovascular, insuficiencia cardíaca, arteriopatía periférica), diabetes mellitus, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, insuficiencia renal, enfermedad de Parkinson, enfermedad de Alzheimer o patologías similares, enfermedad psiquiátrica.
  • Individuos que toman determinados fármacos (con efecto anticolinérgico, antidepresivos, neurolépticos, antihistamínicos, diuréticos, betabloqueantes) o consumo importante de alcohol.
  • Personas con exceso de peso o peso excesivamente bajo.
  • Trabajadores, deportistas o personas que pasan varias horas en exteriores y en hábitat muy calurosos, sobre todo si hacen esfuerzos importantes.
  • Niños menores de 4 años, sobre todo los menores de 1 año.
  • Personas que ya han tenido patologías derivadas del calor.

¿Cuáles son la recomendaciones básicas?

Es esencial que utilicemos la lógica y pongamos en práctica los consejos compartidos por los profesionales sanitarios, como el doctor Jose Ignacio Catalán, especialista en medicina interna del Hospital Vithas San José, y organismos oficiales que velan por el cuidado de la salud y que van encaminadas a que nuestro cuerpo no supere los 36ºC de temperatura, atendiendo a las señales de sed para evitar perder electrolitos, que es lo que provoca que nuestra temperatura corporal aumente.

Síntomas como la fatiga, el cansancio, náuseas, mareos, taquicardias, exceso de sudoración, sequedad o incluso la pérdida de consciencia, en los casos más graves, son puntos clave para saber que algo no marcha bien por lo que para prevenir estados de deshidratación y problemas de salud es importante:

  • Evitar exponerse al sol y al calor durante las horas centrales del día, principalmente entre las 12h y las 16h.
  • Mantener una adecuada hidratación sin esperar a tener sed. Lo más recomendable es beber agua ya que otro tipo de bebidas, como los refrescos, son menos efectivas.
  • Evita las comidas copiosas: come menos cantidad y más veces al día.
  • La dieta debe ser ligera. Reducir la ingesta de grasas y proteínas, sustituyéndola por frutas y verduras, es una decisión acertada. No tomar comidas calientes ni abusar de las bebidas alcohólicas.
  • Usa ropa de tejidos naturales, ligera, holgada y de colores claros. También es adecuado utilizar sombrero, gafas de sol y cremas protectoras solares.
  • Si practicas deporte es esencial realizar la actividad física en lugares cerrados y, si es al aire libre, es preferible que sea a primera hora de la mañana o por la tarde cuando cae el sol. Si la temperatura supera los 30ºC, hay un riesgo evidente.
  • Si trabajas al aire libre, es importante que tengas en cuenta todos las recomendaciones en cuanto a vestimenta, alimentación e hidratación y, en la media de lo posible, evitar la exposición al sol en las horas centrales del día cuando el calor aprieta más.
  • Los niños por su incapacidad a determinadas edades de discernir sobre los que más le conviene por lo que es necesario estar pendientes de su dieta e hidratación. También hay que controlar los momentos de juego en el exterior.
  • Las personas mayores, especialmente si sufren alguna patología, también deben optar por dietas suaves acompañadas de mucho líquido. Además, si sufren diabetes, hipertensión o toman medicamentos para enfermedades como el alzhéimer o la depresión, sus mecanismos de compensación pueden estar alterados, lo que repercute negativamente en su defensa corporal ante el calor.