La llegada del buen tiempo tiene un efecto revitalizante en las personas. Las temperaturas, las horas de luz y disponer de más tiempo libre son algunas de las causas que invitan a la práctica deportiva en cualquiera de sus vertientes, aunque el aumento de la actividad física no está exento de riesgos en forma de lesiones, cuya incidencia es directamente proporcional al incremento de deportistas, muchos de ellos de nuevo cuño.

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Por ello, Alfonso del Corral, prestigioso especialista en cirugía ortopédica y traumatología, jefe de Medicina y Traumatología del Deporte del Hospital Ruber Internacional, aboga por la prudencia a la hora de hacer deporte. "Hay que adaptarse poco a poco. Para tener una buena condición física hay que realizar ejercicio todos los días durante varios meses. Si no lo haces, te rompes. Una probabilidad que crece a medida que vamos cumpliendo años y ganando peso", asegura del Corral, que atribuye a la falta de entrenamiento físico, a la fatiga o al sobreesfuerzo el riesgo de sufrir lesiones.

Principales factores de riesgo

• Sedentarismo.
• Falta de forma física.
• No utilizar material adecuado, sobre todo calzado.
• La mala técnica a la hora de ejecutar el ejercicio.

Lesiones y patologías más frecuentes

• Contracturas y sobrecargas musculares.
• Lesión en los tendones.
• Los esguinces de tobillo o de rodilla.
• La fascitis plantar (es la condición más común de dolor en el talón).
• Las lumbalgias.
• Fracturas o roturas de ligamentos y tendones.
• Las luxaciones.
• Riesgo infarto o una insuficiencia respiratoria.

Recomendaciones básicas

• Acudir a un reconocimiento para conocer nuestro estado general y prevenir riesgos.
• Aumentar la carga de ejercicio de forma progresiva hasta coger el hábito.
• Evitar las horas de mayor temperatura y la deshidratación.
• Llevar ropa holgada y transpirable, así como calzado apropiado para el deporte que practiquemos.
• Antes de iniciar cualquier actividad es fundamental calentar.
• Si realizamos ejercicio en zonas urbanas es recomendable hacerlo por la mañana, ya que a medida que pasan las horas se va acumulando la contaminación.
• Evitar en la medida de lo posible caminar o correr sobre la arena de la playa. La arena tiene recovecos en los que podemos meter el pie y la inclinación hace que carguemos más sobre una pierna que sobre la otra.
• Correr sobre hierba con calzado adecuado. Así evitamos dolores de rodilla, tobillo, plantas del pie o columna.

Caminar y nadar

Alfonso del Corral tiene claro cuál es la mejor manera de inciarse a la hora de ponerse en forma."Andar es un deporte extraordinario e imprescindible. Se puede comenzar con media hora al día y aumentar el tiempo y la intensidad progresivamente. También son recomendables las actividades acuáticas porque el cuerpo es capaz de realizar ejercicios en estas circunstancias sin ningún riesgo. Además, se ve favorecido porque el peso dentro del agua es menor y las articulaciones sufren menos", concluye.