No es más limpio quien más limpia, sino quien menos mancha. Y gestos tan sencillos como quitarse el calzado de la calle al entrar en casa, y ya sea en calcetines, descalzo o con zapatillas ad hoc, es una manera de evitar propagar suciedad.

Y mucha. Un estudio del microbiólogo Charles Gerba, de la Universidad de Arizona, encontró que en la parte inferior de los zapatos, las suelas, durante dos semanas, se habían acumulado 421.000 bacterias. Y el 96 % tenía la bacteria fecal E. Coli, causante de infecciones y problemas intestinales.

La importancia de quitarse los zapatos al entrar en casa

No es algo sólo cultural, de países dee Este, de los asiáticos, de los nórdicos, es un tema de salud. Sí, también de limpieza, pero si tienes niños pequeños, que están gateando, y entras con ese arsenal de bacterias, y luego se lleva la mano a la boca, a la nariz, o a los ojos... pues la rueda de las infecciones no para.

No es algo que deba dar vergüenza, y menos cuando hay personas enfermas, se pide a las visitas que se descalcen, y punto. Es una cuestiñon de salud, no sólo de limpieza.  Puedes, además, mencionarles este otro informe, donde se encontró en la suela de los zapatos de más de 30 casas, la  bacteria Clostridium difficile. Esta bacteria es más común encontrarla en la suela de los zapatos que en muchos baños.

Si todas las personas que entran en casa se quitan los zapatos, no habrá humedad, no habrá barro, habrá menos polvo, menos arenas, menos piedrecitas y, por supuesto, mucha mayor limpieza. Si, además, con estos datos, no te entra una repentina manía por descalzar a todo el mundo... ¡háztelo mirar!