11 horas al día mirando pantallas, de todo tipo. A lo largo del año, 167 días. Nuestros ojos no descansan, y nuestra salud se ve claramente afectada, en muchos niveles. Lo importante es la toma de conciencia, ya que el 94% de los españoles considera este tiempo es preocupante y excesivo.

Pero, ¿lo cambiamos? Según los datos, madrileños y andaluces, los que más horas diarias invierten frente a pantallas. Cántabros y asturianos, los que menos. Y lo más preocupante: los menores de 18 años pasan una media de casi 3 horas diarias frente a pantallas, cifra superior a las recomendaciones de los expertos.

Screen Pollution, un proyecto para concienciar

Screen Pollution es un proyecto concebido por Multiópticas con el objetivo de sensibilizar sobre el uso abusivo de las pantallas, promover un consumo responsable de las mismas y contribuir a la prevención de la salud ocular.

“Es evidente que las pantallas forman parte de nuestro día a día. Como compañía centrada en cuidar la salud ocular de nuestros clientes, somos conscientes de la necesidad de poner de manifiesto la existencia de Screen Pollution y de introducir ciertas rutinas y hábitos que regulen nuestra relación con los dispositivos y evitar así que nuestros ojos salgan perjudicados”, afirma Carlos Crespo, Director General de Multiópticas.

Y es que el dia a día de cada uno frente a las pantallas es que nos levantamos, y antes de haber desayunado la mayoría de los españoles (el 65%) ya habrá mirado una pantalla. Al acostarnos, más de la mitad (63%) retendrá como última imagen la pantalla de su smartphone.

Estos datos, extraídos del estudio realizado por la empresa demoscópica Sondea a petición de Multiópticas ponen de manifiesto cómo las pantallas y su sobreutilización han cambiado nuestra vida. En el día a día, nos exponemos a una cantidad abusiva de pantallas, y en tiempos excesivamente prolongados que, como todo tipo de contaminación, puede provocar e influir negativamente en nuestra salud.

¿Qué hacer para evitarlo? Si trabajas con pantallas lo tienes más difícil, pero sino... intenta también ponerte horarios, como a los niños; y evita la imagen tristísima de una pareja que comparte espacio pero cada uno mira su teléfono.