Deporte y Vida

SALUD

Qué tiene la oruga procesionaria que hasta la Policía Nacional alerta sobre su peligro

Un tuit del Cuerpo Nacional de Policía recuerda el riesgo que entraña entrar en contacto con la Thaumetopoea pityocampa, una mariposa nocturna o polilla, que supone un serio riesgo para niños y mascotas.

0
oruga procesionaria, perros, niños, salud, afecciones, dermatitis, urticaria, rinitis, problemas respiratorios, problemas oculares, policía nacional
as.com

Cuando la Policía Nacional alerta sobre algo, es aconsejable prestar atención. En esta ocasión no se trata de un nuevo fraude o de una oleada de robos y sí de un vistoso fenómeno que acontece por estas fechas y que tiene a la Thaumetopoea pityocampa, la oruga procesionaria, como protagonista. Quizá sorprenda que el Cuerpo Nacional de Policía pida precaución, pero nunca está de más al tratarse de incómodo insecto en fase larvaria que supone un peligro para los más pequeños y es potencialmente mortal para los perros.

Con la llegada de la primavera y el ascenso de las temperaturas, un recurrente desfile de orugas comienza a observarse en entornos donde hay principalmente pinos, ya que pueblan sus copas durante el otoño. Esta mariposa nocturna o polilla muy típica del mediterráneo, tras pasar por cinco estadios larvarios, desciende de los árboles para buscar un sitio cálido donde enterrarse y pasar a la fase de crisálida, que culminará en verano.

Un riesgo para la salud

Y es en ese momento, cuando están en pleno proceso de búsqueda de un refugio cálido en el suelo, cuando se convierten en un verdadero peligro ya que los pelos que las recubren, su principal defensa, tienen la capacidad de provocar distintas afecciones, principalmente urticarias y dermatitis pero también puede afecta a la vista y a las vías respiratorias. Además, se da la circunstancia de que los pelos también pueden ser transportados por el aire por lo que es mejor mantener las distancias.

Por ello, conviene que prestemos una especial atención cuando nos encontremos con ellas si vamos acompañados por niños pequeños y perros, curiosos por naturaleza. Si bien en las personas la mayoría de las reacciones son leves y pasajeras, aunque se pueden dar otras más graves que requieren antihistamínicos, corticoides y duchas de agua fría, para los perros el contacto con la procesionaria, en el peor de los casos, puede ser mortal o tener graves consecuencias como necrosar la lengua.