Deporte y Vida

SALUD

¿Cuándo debes llevar a tu hijo a urgencias? 8 síntomas que lo aconsejan

Fiebre, apatía, vómitos, llantos… cuando determinados síntomas hacen acto de presencia en los más pequeños, los padres, sobre todo si son primerizos, son un auténtico mar de dudas a la hora de proceder.

0
urgencias, niños, síntomas, fiebre, vómitos, tos
as.com

Si tienes hijos seguro que te has visto en la tesitura de decidir cuándo es el momento de acudir a urgencias, sobre todo si se da la circunstancia de que eres primerizo y poco ducho en la materia. Es normal. Cuando la fiebre o los vómitos hacen acto de presencia es lógico que la intranquilidad se apodere de ti y te conviertas en un auténtico mar de dudas.

Es posible que lo que le ocurra a tu hijo no sea per se motivo suficiente para acudir al servicio de Urgencias de tu hospital, clínica o centro de salud más cercano. Pero nadie debe culparte por no tener los conocimientos necesarios o la experiencia para saber discernir qué es lo adecuado por lo que es lógico que, ante la más mínima duda, cierres la puerta de casa y no mires atrás.

8 síntomas que son una señal

"Aunque la sintomatología es importante, como fiebre alta, tos, vómitos o diarrea, también debemos fijarnos siempre en el estado general del niño. A veces es una cuestión de sentido común", explica Marta de Quixano, jefa del Servicio de Pediatría y coordinadora del Servicio de Urgencias pediátricas del Hospital El Pilar de Barcelona, que recomienda acudir a urgencias en estos casos:

• Si el niño está profundamente decaído o anormalmente irritable e inconsolable.

• Si presenta alguna dificultad respiratoria.

• Si presenta coloración azulada o palidez en la piel puede ser síntoma de una alteración circulatoria.

• Si tiene diarreas o vómitos con sangre.

• Si ha sufrido un golpe severo en la cabeza, en menores de dos años con o sin pérdida de conocimiento.

• Si presenta heridas abiertas que requieran sutura.

• Si el niño acompaña la fiebre con erupciones agudas.

• Si el niño sufre una reacción alérgica con ampollas o hinchazón de cara que le provoca dificultad a respirar.

Si no baja la fiebre

También es posible que hayamos acudido previamente al pediatra por un proceso febril de diversa etiología y que no termine de remitir o la fiebre vaya a más. "La fiebre no es en sí misma una enfermedad, pero puede ser el síntoma de alguna patología o un aviso del cuerpo del niño. Si los antitérmicos y analgésicos no funcionan suele ser señal de que algo no va bien y es conveniente acudir a urgencias sobre todo si la fiebre alta se presenta con petequias, dificultad respiratoria o claros síntomas de alteración urinaria; si se prolonga durante más de 48 horas o si el niño está muy decaído y/o presenta mal aspecto general", concluye la especialista.