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Nueva York pretende dar ejemplo: llegan los ‘lunes sin carne’

La iniciativa se implantará en todas las escuelas públicas de la ciudad y pretende mejorar la salud de los niños y contribuir con el medio ambiente mediante la reducción indirecta de gases de efecto invernadero.

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La ciudad de Nueva York, considerada por muchos la capital del mundo, pondrá en marcha un programa de cara al próximo curso mediante el cual un día a la semana, los lunes, se servirá un desayuno y almuerzo vegetariano en las escuelas públicas. De momento 15 centros de Brooklyn ya probaron esta iniciativa durante la primavera de 2018 y el éxito ha sido tal que se convertirá en parte indispensable del programa educativo.

‘Meatless Mondays’ (Lunes sin carne) pretende cumplir un doble objetivo: por un lado fomentar unos hábitos más saludables entre la población y por otro cuidar el medio ambiente. "Reduciendo el consumo de carne un poco mejorará la salud de los neoyorquinos y, de paso, conseguiremos reducir los gases de efecto invernadero", explica Bill de Blasio, el alcalde de Nueva York.

"Pretendemos instaurar el programa ‘Meatless Mondays’ en todas las escuelas públicas para mantener nuestro almuerzo y planeta verde para las generaciones futuras. Los lunes sin carne son buenos para nuestros estudiantes, la comunidad y el medio ambiente”, apostilla el primer edil de la ciudad, que se ha tomado muy en serio la iniciativa.

Se estima que la medida, que se inspira en un movimiento nacional bajo el mismo nombre, afectará a más de 1,1 millones de estudiantes de Nueva York y pretende ser un referente en lo que al cuidado de la salud se refiere en un país en el que los datos de obesidad son preocupantes. Y si además de fomentar hábitos saludables se consigue un mayor respeto al medio ambiente la jugada puede ser maestra. Y exportable.

I Guerra Mundial: el origen

Como hemos indicado antes, los ‘lunes sin carne’ es un movimiento nacional que tiene su origen en la I Guerra Mundial, aunque con una finalidad diferente ya que se pretendía reducir el consumo de alimentos básicos con el fin de ayudar al esfuerzo de guerra. Durante la II Guerra Mundial también cobró protagonismo en este caso para ayudar a una Europa devastada por el conflicto bélico. Finalmente, en 2003 adquirió su su significado definitivo cuando el ex publicista y defensor de la salud, Sid Lerner, junto con la escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg, recuperó la campaña para prevenir enfermedades por el excesivo consumo de carne.