Los datos sobre el sobrepeso y la obesidad en la infancia obligan a poner en marcha cada vez más medidas orientadas al cuidado de la salud a edades tempranas. Y es que según estimaciones obtenidas en el Estudio Nutricional de la Población Española 2018 (Estudio ENPE), a partir de los criterios del IOTF-2000 (International Obesity Task Force), un 23,8% de la población infantil y juvenil tiene sobrepeso y un 10,3% obesidad en España, lo que claramente puede derivar en problemas de tipo cardivascular.

Por ello, la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Fundación Española del Corazón (FEC) han presentado el informe 'Riesgo cardiovascular desde la infancia', un documento de consenso en el que un grupo de expertos especialistas en cardiología, alimentación y deporte analizan el entorno escolar y los hábitos alimentarios y deportivos de la población infantil y en el que también se incluyen una serie de medidas para mejorar su salud cardiovascular. Y es que aunque las enfermedades cardiovasculares suelen desarrollarse en la edad adulta, es posible prevenir los factores de riesgo.

“La obesidad, la inactividad física, el colesterol elevado, la hipertensión arterial y el tabaquismo son factores de riesgo cardiovascular evitables, es decir, que se podrían prevenir siguiendo hábitos de vida saludables, a través de una correcta alimentación y la práctica de ejercicio de manera regular”, explica el Dr. Ignacio Ferreira, coordinador del informe, miembro del Comité Ejecutivo de la SEC y editor jefe de la Revista Española de Cardiología.

7 medidas para prevenir los factores de riesgo cardiovascular

1. Incluir una hora diaria más de actividad física a la semana en Educación Infantil y Primaria, ya que no solo contribuye al desarrollo físico y mental del niño, sino que también fomenta la sociabilización de los pequeños

2. Fomentar un recreo activo que promueva la actividad física de los escolares bajo la monitorización de los profesores.

3. Apertura de los centros educativos durante los fines de semana y festivos para actividades deportivas de los alumnos.

4. Fomentar los centros escolares 'multideporte', es decir, institutos y colegios que oferten la práctica de deportes diferentes entre sus alumnos adaptados a los gustos y capacidades de todos los niños para evitar frustraciones y el abandono de la actividad física.

5. Mejorar la gestión y la calidad de la oferta alimentaria y disminuir el despilfarro de alimentos, siguiendo los criterios de sostenibilidad medioambiental en la organización de los menús escolares.

6. Evitar las máquinas dispensadoras de alimentos en los colegios e institutos, ya que estas suelen contener alimentos procesados, con alto contenido en azúcar y grasas saturada. Fomentar de igual forma los tentempiés saludables a media mañana a base de fruta o lácteos y mejorar la hidratación.

7. Crear un sello de calidad que, tras la determinación de una serie de criterios, podrá ser concedido a los centros escolares que cumplan ciertas características relacionadas con la promoción de la actividad física, la educación nutricional y la calidad de la alimentación servida en el centro.