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Un proyecto reduciría el tiempo de diagnóstico de las epilepsias pediátricas

Se realizaría a partir de un análisis de ADN genómico, extraído de la sangre del paciente, y la aplicación del panel de secuenciación masiva NGS para epilepsias de base genética.

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epilepsia infantil
as.com

El test que se lleva a cabo dentro del Proyecto GENEP 500+ se realiza a partir de un análisis de ADN genómico, extraído de la sangre del paciente, y la aplicación del panel de secuenciación masiva NGS para epilepsias de base genética.

Así, el Instituto de Genética Médica y Molecular (INGEMM) del Hospital Universitario La Paz, en colaboración con BioMarin, ha puesto en marcha este proyecto con el objetivo de promover el diagnóstico temprano de la epilepsia mediante la identificación de su causa genética, así como determinar el defecto molecular de desórdenes genéticos neurodegenerativos poco frecuentes que cursan con epilepsia.

Cómo es el nuevo test

GENEP 500+ es una herramienta de diagnóstico molecular muy potente, con una tasa de diagnóstico de epilepsias similar a las descritas por otros paneles empleados en servicidos de genética nacionales e internacionales.

“En nuestro proyecto ofrecemos un tiempo de respuesta bastante ajustado, de tres meses aproximadamente, desde que llega la muestra a nuestro servicio hasta la emisión del informe de resultados, lo que puede ayudar a establecer una herramienta diagnóstica temprana, reduciendo de forma significativa el habitual retraso en el diagnóstico molecular de enfermedades raras, cifrado en aproximadamente cinco años”, comenta la doctora Eva Barroso, del Departamento de Neurogenética del Instituto de Genética, Médica y Molecular del Hospital Universitario La Paz y directora del proyecto.

El proyecto ofrece (a todos los profesionales de Pediatría interesados), un test gratuito que incluye el estudio de más de 500 genes relacionados con la epilepsia y pone el foco en “pacientes con crisis epilépticas no provocadas por ningún elemento ambiental o farmacológico externo, con un inicio en el periodo infantil tardío, es decir a partir de los dos años de edad y que actualmente se encuentre entre los dos y cuatro años de edad”, explica la especialista.

Además, también se ofrece el estudio de co-segregación familiar, en el caso de que también se reciban muestras de ambos progenitores.

Origen de la epilepsia infantil

Muchas de las epilepsias infantiles son refractarias a tratamiento farmacológico, o únicamente se controlan las crisis de forma parcial tras múltiples tratamientos antiepilépticos en mono o politerapia, muchos de los cuales comportan efectos secundarios relevantes.

“Por eso, el conocimiento del defecto genético puede redirigir el tratamiento farmacológico o quirúrgico más apropiado para cada paciente, acercándonos más a la medicina personalizada”, profundiza la doctora Barroso.

Hasta el momento, más de 200 neurólogos y neuropediatras de más de 100 centros hospitalarios de todo el país han recibido la información sobre este test. “Pero pedimos a la comunidad médica que tomen en cuenta este proyecto, para que puedan ofrecer este test gratuito a los pacientes pediátricos con epilepsia no diagnosticada, y a sus familiares”, completa la doctora Barroso.

Cómo se hace el test

El test, que se lleva a cabo dentro del Proyecto GENEP 500+, se realiza a partir de un análisis de ADN genómico, extraído de la sangre del paciente, y la aplicación del panel de secuenciación masiva NGS para epilepsias de base genética. Este panel incluye, en su versión más actualizada, 540 genes relacionados con la epilepsia y se dividen en siete categorías solapantes.

El diagnóstico genético precoz de este grupo de patologías mediante la identificación de su causa genética contribuye a acortar el tiempo de diagnóstico, mejorando el manejo clínico de estos pacientes, el tratamiento de los mismos, y el conocimiento de la etiopatogenia de los trastornos epilépticos pediátricos en general.

“En este tipo de pacientes el control de las crisis resulta difícil y, además, manifiestan encefalopatía asociada a las crisis epilépticas”, detalla la doctora. Es por eso que el conocimiento del tipo específico de epilepsia a través del diagnóstico precoz molecular podría mejorar significativamente la calidad de vida de quienes viven con una de estas patologías.